Que hermoso sentimiento es el amor, no sabes de donde ni como; pero cuando llega a tu vida, nunca se va, trasforma tu existir, haces y dices cosas que nunca creiste ser capas de hacer o decir, te miras al espejo y no conoces a la persona que estás mirando.
Es tan bello amar y ser amado...
Pero; ya sé querido amigo o amiga,
¡No debería ser!,
la mala costumbre de ponerle peros a nuestra existencia, ni modo que le vamos a hacer...
Hoy me inspira la historia de dos enamorados;
PERO que hacemos cuando el amor verdadero llega tarde a nuestras vidas y ambos coiciden en ganas, entuciasmo ilusión y tanto, tanto amor para entregar y recibir;
PERO también coiciden con una cruel realidad, ya ambos le pertenecen a otro, ella a aquel y él a aquella. Seguramente tuvo que ser Dios quien los puso en sus caminos para sanar las heridas que estos dos enamorados se cusaron el uno al otro hace muchos años atrás, cuando no comprendieron que por ignorancia y el maldito orgullo estaban sentenciando sus vidas y sin saber las tretas del destino renunciaron al amor de sus vidas.
Ahora lo comprenden, son dos almas en pena que se aman locamente, que se atraen y a la vez se repelen. Saben que son infieles, más no sienten serlo con sus cónyuges, sí aquellos que duermen confiados, mientras los enamorados con la mirada fija en el techo, una sonrisa cómplise en sus labios y ardientes suspiros revoloteando y uno a uno los recuerdos de aquel mágico encuentro;
PERO existe una triste verdad que ensombrece tanta felicidad provocada por ese reencuentro, nunca podrán estar juntos una vez más, él para ella, nunca lo será más y ella su lecho con él no compartirá jamás.
Verdad queridos amigos que el amor duele... |