Tan dispuesto estoy
a bajar la espada y capitular mis conceptos
en pos al fin de la armonía,
tan gastado de jornadas eternas
y discutidas noches,
me arrodillo ante mi
entrego el imperio de mis paradigmas
a mi voz eterna,
sabia, equivocada?
única habitante de mi alma
con cien rostros
mirando fijamente a mis ojos
aquí les entrego mi ser
pueden brindar esta noche
mientras me echo a descansar.