- ¡Mierda!...¡Puta mierda!...¡Me cago en to lo que se menea!...¡Putos aparatos!...
PG- A ver...¿Que te pasa ahora?..., humano feliz y dicharachero.
- Menos cachondeo, que no está el horno para bollos. Estoy hasta los mismísimos, ¡joder!...Con ésta puta tormenta, se ha ido la luz.
PG- Pero si todavía es de día, llorón.
- ¿Llorón?...No puedo hacer la cena por que no funciona la puta placa, ni el horno, ni el microondas...
PG- ¿Eso es todo?...Pues bocata, querido, bocatita al canto.
- No puedo ver el partido en la tele; no puedo oír las noticias en la radio; no puedo ducharme; no puedo afeitarme; estoy aterido de frío...¡pero estoy quemaooo!...
PG- Eso no es grave. Llama a un hotel, reserva habitación y pasas la noche. Mañana será otro día.
- No me funciona el móvil; el puto coche no arranca...¡¡Joder!!.
PG- Relájate, que te va a dar algo. A ver..., cierra los ojos, junta las manos y repite conmigo...¡oooohmmm!...¡oooohmmm!...
- ¡No me toques los cojones, insecto!...Para mantras estoy yo.
PG- Vamos a ver, incauto...¿De que cojones te quejas?. Este es el progreso; la sociedad del bienestar; la tecnología al servicio del humano...¡lo más de lo más!. Pobres humanos, sois patéticos; enredados en vuestra propia tela de araña. Os habéis creado unas dependencias y éstas os están esclavizando. Habéis construido una confortable(?) casa sin salida de emergencia. Sois drogodependientes de las nuevas tecnologías y del falso confort. Cuando éstos fallan os quedáis parados, como conejitos de duracell sin pilas. Los grandes lobbys os tienen agarrados por los güevos: los del gas, electricidad, comunicación...Os han dado el “chute” de regalo y ahora os manejan a su antojo, dado que no podéis sobrellevar el “mono” que os inutiliza. Han creado paraísos artificiales y habéis entrado al trapo. Esta sociedad es el silencio de los corderos. Habéis vendido vuestra alma al diablo por un supuesto bienestar inducido; una libertad condicional...
- ¿Ya?...¿Has acabado la perorata?...¡Já!, lo que me faltaba hoy...¡un grillo demagogo!...¿Pero porqué me tiene que pasar esto a mi?...¡¡Socorrooooooo!!...
PG- Tranquilizate, compañero. Tienes todos los síntomas de un yonki con “mono”...y con grillo.
- Y encima tener que aguantar cachondeitos. Voy a emigrar a lo alto de un monte, de ermitaño.
PG- Tampoco es eso. Pero es que os enfangáis en la sociedad de consumo hasta los sobacos. Todo en su justa medida. Los artefactos deben estar al servicio del humano y no al contrario. Malo es depender emocionalmente de otro humano, pero...¿de las máquinas?.
- Mira que me jode darte la razón...¡no sabes cuánto!. En fín, supongo que escampará y todo volverá a la noemalidad.
PG- Cuidado con esa normalidad tramposa. Yo que tu, trataría de deshabituarme, en la medida de lo posible. Prueba a buscar la felicidad, no las dependencias. ¿Tu crees que de cien años para atrás, el humano era feliz?...
- Ni puta idea. Supongo que habría de todo. ¿Cómo voy a saber eso?...
PG- Tanto rebuscar en los yacimientos arqueológicos...¿para que?.
- ¿Para llenar museos y cobrar una entrada?...
PG- ¿Ahí le has dao, muchachote!...No interesa dar a conocer; que no es más feliz el que más tiene, si no el que menos necesita. Por cierto..., se me ha terminado la lechuga y el agua.
- Eso, tu pide...
PG- Cri...cri...cri...