Yo sentí el vidrio cortar mi
brazo y
a la gangrena
usurpar mi sangre
y te sentí
gritar cuando viste
que este cuerpo
abyecto se hacía trizas
en la ironía
de un nuevo cuerpo,
flamígero el
espíritu
observó tu boca...
... Y convulsioné en ella
un abrazo y el
resplandor que
su alma impía le
impregnaba.
...
Texto agregado el 25-05-2009, y leído por 113
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