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Una pareja sin sexo y los valores del amor.

La pareja sin sexo es difícil de sobrellevar, es como un árbol seco, una construcción deshabitada.

-¡ Hola!, seguramente la mayoría de ustedes, habrán sostenido diferentes posturas en referencia al tema que acabo de plantear: El sexo en la pareja no es una cuestion menor.
Particularmente me produce escalofríos pensar en algo así. -Créanlo.
Pertenezco a los que piensan que “una pareja sin sexo es difícil de sobrellevar”-. Agrego que me semeja a una planta seca, una entidad sin vida, una construcción desabitada. No pongo en tela de juicio los valores del amor, del respeto o del cariño y por supuesto, los que atañen a la consideración por el ser amado. Cae de maduro que esto es así, tanto es así, que todos esos sentimientos los abrigué en relación a mi madre, mi hermana, por mis tiítas, primas, amigas, y !ojo!, el listado ocuparía la página, solo que les confieso que en ningún momento se me hubiera ocurrido tener sexo con ellas, y mucho menos quedar extasiado en la contemplación detallada de sus atributos físicos.

-Como podrán apreciar soy un tipo bastante normal.
De lo que sí estoy convencido es que el deseo sexual y el ejercicio del mismo, es pilar más que fundamental en la construcción de la felicidad de la pareja. El mismo momento en que dejés de mirarle la cola a tu mujer, o de extasiarte en la contemplación de sus lolas, habrá algo que no funciona como es debido.

-También, quiero referirme a la moralina puritana que heredamos de nuestros ancestros tanos o gallegos, que sostenían la teoría de que la esposa (la mía signora), estaba destinada a la función de tener hijos, no para divertirse.
-Si la queres pasar bien, buscate una amante, ese era el mensaje.
Esto a mas de representar una condena para la pobre mujer, me trae a memoria, solo que en una versión diferente, " la mujer para procrear", y los muchachos (púberes) para el placer, según las costumbres de la antigua Grecia.
Otro de los preceptos era, de que siendo la esposa, madre de tus hijos, sería una grave falta de respeto en la que se incluía a los hijos..¿Es que acaso no te das cuenta que con la misma boca después les va a dar besos a tus propios chicos?.

También se aleccionaba a las mujeres, ¡ojito! con lo que le permitís hacer al degenerado de tu marido, que no piense que esa es la educación que se te dió en esta casa.
Y así era como después, nunca terminaban de saber bien cual era el límite exacto de lo que se podía hacer, sin que su esposo creyera que se casó con una loquita.
El padre de un amigo, la noche de su casamiento, un rato antes de partir de luna de miel, lo llamó en mi presencia, ya que siendo yo su mejor amigo, le pareció importante que escuchara el secreto que no compartiría con persona ajena, y que a su vez lo había heredado de su propio padre.
Puso cara de situación, como para decir algo trascendental, y se despachó hablándonos en un tono bajo, cosa de resaltar la importancia de lo que estaba a punto de revelar.
-“Miren muchachos”, dijo: "es necesario que tomen muy en cuenta lo que les voy a decir". Una esposa , más aún la tuya que es mucho más joven que vos, hay que saber tratarla, eso significa que debés tener presente desde el primer día, que hay que hacerle el amor con reticencia, nada de locuras, nada de que todos los días, nada de cosas “raras”, no sea cosa de que se envicie y después, se convierta en alguien a quien te va a costar complacer, y se busque algo por otro lado. Lo que no aclaró fué sobre si mismo, porque no lo sabría, y que era lo tremendamente cornudo en que lo había convertido su adorada esposa.

Asentímos con respeto y manifestamos nuestro agradecimiento, por tan "sabios consejos".
Cuándo nos alejamos, Ernesto con gesto preocupado me pregunto, -¿Que te pareció lo de Papá?
.¡Muy bueno!, excelente, la experiencia es la experiencia, pero vos si podes “matala”, eso sí , no dejes rastros de sangre.

No me voy a referir aquí a casos en que la pareja no siente la necesidad de sexo para mantener una relación de afecto y amistad, ni tampoco en aquellos casos de gente que ni bien superan los cien años suponen que ya es suficiente, tampoco voy a referirme a casos patológicos, donde todo puede ser.
Por supuesto que el stress, el cansancio, son factores a tener en cuenta.
Tampoco voy a referirme al sexo sado o perverso, ya que no encuentro cual es el placer de lastimar, o de ser lastimado.
En cuanto al tercero o tercera, sabemos que en la imaginación suelen aparecer, especialmente como ingrediente de excitación, por ultimo el intercambio de parejas, si bien puede ser una fantasía de alto voltaje erótico, no es muy digerible para nuestra cultura.
Quién nunca vió en la pareja de su amigo o de su amiga reflejada esta tentación, que levante la mano, o que tire la primer piedra.

Lo que si quiero destacar es que tanto Ustedes chicas, como nosotros, debiéramos esforzarnos en mantener viva la llama del sexo. especialmente cuando los años ya no nos favorecen.
Quiero destacar que en los últimos tiempos, veo y trato con mujeres, que pasados los sesenta años, desarrollan una sensualidad y una sexualidad que supera en muchos casos a la de una mujer joven. No me refiero a la belleza producto del quirófano, por el contrario, me refiero a la belleza de la madurez, a la complicidad que se trasluce en la mirada compinche de una mujer que se sabe hembra, que se siente complacida al sentirse codiciada, aquella que se sonroja cuando nos ocupamos por saber las medidas de su talle, o cuando la acompañamos a la lencería, y le sugerimos sobre la ropita interior que más nos gusta.
Cuando se entrega a su hombre, aquel que la ama, que la desea, que la contiene, que está preparado en el momento preciso para brindarle el respeto de "no respetarla".
La que no se jode a si misma, pensando en lo que dirían sus nietos si la vieran así, claro que es un laburo.
Que a veces cuesta
Que no siempre se puede.
Que se hace de a dos.
Pero yo les aseguro que ¡bien vale la pena!.

Andre, Laplume
De mi serie de cuentos:
"Confesiones de un cornudo".

Texto agregado el 24-05-2009, y leído por 175 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
09-06-2009 ¡Cuánta sabiduría y conocimientos encierran tus palabras! Más de un "machista", aún plenamente vigentes, debería leerlas; más de un seductor Don Juan, debería pensar en sí mismo a través de ellas; más de una "respetable señora de su casa", debería reflexionar sobre lo que has escrito. Cada vez que termino de leerte me quedo con la sensación de que esto lo deberían leer muchos más. 5* Susana compromiso
26-05-2009 Coincidencias de opiniones y literatura, espacios para recrear el placer de la lectura, la necesidad de pensar. lindero
24-05-2009 *************************************************************** almalen2005
 
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