Yo no soy aquel… El príncipe ideal para tu cuento de hadas. El guapo rozagante, Valiente y demandante… De féminas miradas acordes a la tuya. No colecciono besos, De virginales bocas; Ni trepo a los castillos, En busca del amor. Tan solo soy la excusa, de alguna escaramuza, Que siempre está difusa por culpa de mis musas. Así como una misma, que es causa de mis versos; Pues fluyen con premura cada que la recuerdo. Yo no soy aquel… El rudo avasallante de estatura gigante, Que pueda someter a tu frágil silueta. No tengo manos anchas Que abarquen tu cintura; Ni un dorso dilatado Que esconda tu figura. Tan solo soy amante de lo recalcitrante Fan del fruto prohibido y de lo inalcanzable… Así como tu boca que permanece expuesta Detrás de éste cristal cual si estuviese en venta. Y yo la compraría Con gusto desbordante; Para después besarla Tranquila y asfixiante. No soy yo lo que esperas Tampoco soy aquel… Tan solo soy yo misma No una copia fiel. By.skM.
Texto agregado el 24-05-2009, y leído por 272 visitantes. (2 votos)