Simples amantes que el viento acompaña silencioso, aunque el tiempo retorne a su cauce, con el desgaste de este juego que ya no sorprende ni brilla.
Se deslizo como la arena cálida entre las manos del fracaso, el camino se expandió, solo hay que encontrar el que más nos convenga, y seguir su huella hasta llegar al lugar de partida, el mismo lugar de enamorados, de luna, de sol y música, tratar de lograr una metamorfosis, en las tinieblas que nos enceguece el alma.
Reclamarnos aquello que nos prometimos ayer, cuando la luz acariciaba nuestras ilusiones, somos dos atormentados, incapacitados de tal hazaña, hay que renacer con ansia cual ave fénix, abrigar lo poquito de este amor, que pálido va muriendo entre espinas desnudas y punzantes; dejemos de naufragar sin horizonte, amanecer sin esperanzas, bajo el frío desden silencioso de nuestras bocas.
Despertemos a un nuevo día o marchemos al profundo mar de contradicciones, para entregarnos al olvido, buscando una morada, una estrella, un soplo de vida, una gota de luz, musitemos un adiós delicado y sereno para no morir sin perdón.
Prosa Poética
MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI. |