Hace tiempo que tengo ante mis ojos, una ensalada de palabras que quiere que la coma, para no poder decírtelas del miedo. Una agonía me invita al mordisqueo esdrújulo y conciso. Por mi lengua, bailan letras con gusto a tantas cosas, a divinos encantos matinales, a temblores de rodillas ahuecadas, a tus ojos casi tristes cuando miran…
Y me crujen los te-quieros en los dientes, y las muelas aplastan proposiciones descontentas…, mi esófago es arañado por las eses, las emes y las haches, que me cortan sin cuidado. El tragar es un sufrir que no soporto, por que tantas palabras no caben en mi estomago, tanto decir es mucho esfuerzo, que al digerir ya no comprendo lo que como, y me duele la panza por estrofas y silabas homicidas, envenenadas oraciones me indigestan.
Y como todo ser, tengo ácidas respuestas, que formulo defensivo, tratando de ir quemando ideas ya bastante masticadas… pero dos por tres me quedo corto y algunos vocablos se fugan por mi doméstico intestino, girando días enteros pudriéndoseme entre las entrañas, Palabras imborrables, que hacen efervescencia en mis adentros, que me inflan de temores, desconfianzas y martirios… presionando internamente…
Te miro en tu torpeza, mientras dejas caer todos tus papeles al piso, caballerosamente me agacho a socorrerte, y mi esfínter deja escapar un te amo…
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