Una mañana clara
mi ventana estaba oscura.
Mis ojos enturbiaban
su luz clara y pura.

Mi corazón preguntaba
a tan agotada mente:
“¿Que ocurre bella dama,
no le llega clara el alba,
o no es muy bien como hoy se siente?”

“Oh amado corazón,
tu brillo invade el recodo
ese que tan oscuro mora en mí,
y que me hace perder decoro,
y tener actitud hostil,
incluso a aquel pajarillo
que volando se ha marchado
indignado por mi frío.

Solo hay algo que me abruma
y me hace sentir aflijida:
mi pasión por mis hermanos
se está viendo resentida.

Siento pena de algun modo
por la vida que se estila
siempre pensando en lo mismo
“que comprar y cuanta guita?”

Siempre pensando angustiados,
en efectos materiales,
y eso, amigo corazón,
nubla mucho a los mortales.

No les deja ver con fé
lo que de verdad importa
y es el corazón tan grande
que cada ser aporta.

Si todos recordaramos
cuán felices siempre fuimos,
tratándonos como hermanos
queriéndonos como amigos.

Si todos quisieramos ver
y mostrar los sentimientos...
algo quizas cambiaría
y como el mundo conocemos
daría un giro tremendo
a nuestras tan amadas vidas.”


*Quiero enviar un abrazo a todos los seres de luz
que moran en el planeta y quieren cambiar el sistema que haga que nuestra tierra pueda volver a reir...

Namasté.