No quisiera ver jamás tu tumba ni aquellas hojas secas posadas en su seno. No quisiera ver tus ojos enturbiados por la rabia y por el sueño. No me muestres tu locura y si lo haces, amigo, procura ser escueto. No quiero ver tu dolor venidero, ni el pasado que ya fué ni el que dura tan eterno. Quiero sentirlo en mi piel y ser la almohada en tu pecho. Quiero ser vela que alumbre tus escritos y tus cuentos. Quiero estar cerca de ti, y acunarte con la luna cuando en las noches oscuras te duerme en su ronroneo. Quiero estar...Quiero.
Texto agregado el 23-05-2009, y leído por 176 visitantes. (1 voto)