Tu nombre... Me lo trae el viento
cuando sopla alguna noche de invierno.

Las abejas lo mencionan cuando zumban
alrededor de aquellas flores lejanas.

Y en la casa en la que sucedieron los hechos
todavia permanece el brillo de tu piel
apoyado en el muro de mis sueños.

Y tu mano acariciando mi mejilla...
Y tus ansias de encontrar ese grillo
cantando entre la maleza,
escondiendo su piel entre arbustos.

Fué un dulce sueño
arropado por mi mente plena de fantasía.
Fué un sueño vivido entre paz y purpurina.

Las hadas rondaban , las ví, estaban cerca.
Se reian entre ellas, observando las estrellas.
Que noche tan dulce y que vida tan compleja.

He decidido vivir sin expectativas.
Me alejan de la realidad y se me quejan.
Quejicosas, cansinas...pobres expectativas.
Y no puedo hacer nada... No me dejan!!