Lejos, cumpliendo mi condena,
amarrado de pies, boca y manos,
al juez vivo suplicando
libertad para amar;
Eso somos tu y yo,
amantes distantes,
estrellas que en el mar,
parecen cocuyos centellantes;
Dolor conviértete en placer,
muerte que haces renacer,
añoro el roce de tus manos,
la tersura, calidez de tu piel;
Amor de más de un siglo,
encontrándose una y otra vez,
dos almas en la distancia,
fundiéndose sus cuerpos al placer;
La luna, como buena celestina,
mandándome tus mensajes
que entre líneas dice: tómame,
Señora piel de plata,
¿dígame cómo está?
mi bella princesa,
¿Aún conmigo soñará?
Bellas noches de mayo
que me trajeron a regalar,
a la más tierna de las mujeres,
mujer que amo día a día mas;
Amor en el exilio,
caminando en Veracruz,
convertida en brisa
acompañas mi dolor;
¿Cuándo estarás conmigo?
para brindarte tanto amor,
por ti destrozar volcanes,
darte de mi alma todo su ardor,
Ese amor que funde ríos,
que anestesia el dolor,
de noches vestidas de invierno,
de noches frías de pasión;
Este amor que desborda,
que se entrega todo a ti,
quiero que entiendas,
no hay mujer más perfecta que tu para mí;
Exilio triste, exilio cruel,
¿Cuándo vendrás amor a liberarme?
completamente a ti entregarme,
vivir por ti, vivir para amarte.
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