HISTORIA DE UNA FLOR. EL SENTIDO DE LA VIDA
Crecí en un barrio humilde.
mi madre era hermosa
mi padre un bastardo que iba de flor en flor
Aún con esta coyuntura familiar crecí sana y feliz
y pronto conseguí destacar por mi belleza
Mi familia me protegía y me proporcionaba alimento
yo me mantenía fuerte y lozana
Sin embargo cuando alcancé mi plenitud
comencé a sentir un vacío en mi interior
había sido feliz hasta ahora, pero qué sentido tenía la vida para mí?
qué había aportado mi existencia al mundo?
nada, absolutamente nada,
tenía que dar sentido a mi vida, decidí independizarme (o decidieron por mí? ..no lo recuerdo bien)
sabía que la independencia tenía un precio, mi vida se acortaba, mi muerte se acercaba un poco más..aún así era el momento de “salir del tiesto”(!).
Y una mañana sucedió. Cuando pude ver la cara de mi dueña supe que nada había sido en balde.
Ella me miró, al principio se sonrojó y yo le di mi mensaje: “AMOR” Entonces se le escapó una lágrima. A mí también se me escapó una lágrima.
Por la tarde, conocí mi nuevo hogar, luminoso y con abundante agua. No obstante, en ese momento comencé a sentir que la vida se escapaba de mí. Nunca más volví a sentirlo con tanta intensidad, ya que había algo en el agua que me mantenía embriagada e inexplicablemente contenta. Iban pasando los días y cada vez me hacía más adicta a los polvos que mi dueña echaba en el agua. Supuse que era la droga que me hacía estar contenta la que me mató. Mi vida fue corta, pero feliz al haber conseguido realizar aquello para lo que nací. Cuando la muerte vino a recoger lo que quedaba de mí, esta pobre yonki ya podía descansar en paz. Misión cumplida: desde el día en que llegué a mi nueva casa no había noche en la que no se oyesen los gemidos en la habitación de al lado.
………
9:06 A.M.:
La chica de recepción recibió aquella mañana una rosa con un mensaje anónimo (“TE DESEO”). Miró a la flor, se sonrojó y pensó: “Bien, por fín se ha decidido!”
Llevaba meses intercambiando miradas con el joven Director de Marketing de la empresa.
Ella sonrió, él había mordido el anzuelo , primero vendría el sexo, se comprometerían, se casarían, comprarían un chalet pareado y tendrían muchos hijos.
Se le escapó una lagrimilla. No podía creer que esto le estuviese sucediendo a ella. Era como un sueño. La recepcionista se casa con el chico más atractivo de la empresa, el Dtor. de Marketing!.
9:10 A.M.:
- Buenos días, Sr. Abad. Le apetece un café.
- Claro! - (y esta tía ? está cachonda desde primera hora de la mañana o que le pasa?)
- Oye, quería decirte que….que muchas gracias
- Ah, nada nada …(eh?, a saber en qué gilipollez está pensando esta tía, sigue el rollo que esta noche te la follas fijo)
- oye Alicia, te apetece ir esta noche conmigo a un concierto…
- Vale!
- Qué te parece si quedamos cuando salgamos en el bar de enfrente?
- No, si quieres te espero aquí y nos vamos juntos
- No, no,- (si hombre, y que me vean con la telefonista, lo que faltaba!)- porque no sé a qué hora saldré porque tengo un “conference”. Tú espérame en el bar tomándote una cerveza que yo cuando pueda me escaqueo.
………
18:30
Se abrieron las puertas de recepción y entró el chico de mensajería. Era un chaval rubio, delgado y algo tímido.
- Buenas tardes Alicia, me firmas aquí…
- Pero qué estás mirando tengo monos en la cara? – (Joder, cada día la gente está más colgada, a mí estos tíos tan callados me dan un mal rollo.)
- Estaba pensando que estás muy guapa hoy…
- Ja, ja…anda déjame que tengo mucho trabajo. Vete a ligar con otra. (lo que me faltaba, el colgado se ha enamorado de mí)
Pedro abandonó la recepción y al abrirse las puertas una ráfaga de viento le golpeó en la cara. Una pequeña lagrimilla se deslizó horizontalmente desde el contorno de su ojo izquierdo hasta la sien. “Es inalcanzable- pensó-. Pero qué iluso he sido, ni aunque le regale todas las rosas del mundo se va a fijar en mí”. Nunca se atrevió a dirigirle la palabra de nuevo. A los pocos meses dejó el trabajo en la mensajería. No volvió a ver a Alicia nunca.
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