10.23 am –…

“Calzamos grandes instantes
o intentos de amor.
Amarte tanto no basta para hacerte feliz”


Se que no había nada para recordar. Se que a pesar del tanto tiempo siempre parecerá un suspiro. Caminó callada o con sonido de aire en movimiento permitiéndose ser amada. Tenía palabras mías y palabras suyas, y la costumbre de ser el tiempo mismo, el instante, el desahogo de su memoria. Yo en cambio, poseía el vicio de sentir... y sentir un poco más de lo que parece ser normal.

Ahora viene aquí el polvo y la incomprensión. Un día... el espacio se fracturo, una línea vertical que sonreía atravesó mis ojos y eso es todo, después… los momentos inocuos.

No merece la pena seguir con este arsenal de recuerdos que se advierte en mi cuerpo como algo opresivo en mi pecho, algo que no explota pero implosiona en mi garganta.

Se podrá pensar que miento, pero frecuento el sitio de su dolor, de su dolor y su tristeza, de su tristeza y su llanto… del llanto y la rabia que incendia sus ojos. Conozco la superficie inmensa que plagada de mi propio dolor y llanto mordisquea la rabia y el sufrimiento de provocar un daño no intencionado.

He escuchado por ahí que el futuro y el pasado solo existen en el presente, es ahí donde se evoca o donde se inventa. Para ella el presente es un instante infinito.