Gritaba en vano, no sabía como romper mi silencio interior, yo, tan solo respiraba penosamente y apretaba los puños. Cuando sentía algunas e sus insignificantes palabras en busca de la razón, de su propia defensa, yo, sonreía sin emoción, pero es superior que yo, y aún que duela,puede conmigo.
Me limitaba a dejar que las manos me temblaran los labios, sin poder pronunciar palabra u cuando quería irme, caminar, no sentía los pies contacto el suelo.