Un día nació una mujer rodeada de sevillanas,
un día nació una mujer
que hondo caló en el alma,
que a partir de hoy recordaréis como una luz que ilumina.
Un día nació una mujer.
Sonrisitas pequeñitas que desde joven marcaba.
¡Ay! Su cara bonita,
bonita a la luz de la mañana,
bonita al adiós del día. Sonrisitas pequeñitas
que desde joven mostraba.
¡Ay! Que bonitas rosas,
¡ay! que bonita tu eres,
linda gitana preciosa,
mujer entre mujeres.
Amapolas empap'ás de tu sangre sustraída
por un hombre ya casao
con el odio de su vida,
con el color que salpicó las amapolas empap'ás
de la sangre sustraída.
¡Qué dolor má' grande, vida! Que mi niña
le han quitao' la ilusión, la inocencia,
y ahora llora el mundo, llora,
por la muerte de mi nieta, el cadáver de la aurora,
to'a su sangre sustraída.
¡Ay! Que bonitas rosas,
¡ay! que bonita tu eres,
linda gitana preciosa,
mujer entre mujeres.
Todos lloramos este adiós, el adiós a este mundo,
tu inocencia, tu esplendor.
Que el cadáver de tu cuerpo
yacerá bajo el tormento mientras lloramos este adiós,
a tu inocencia y esplendor.
De menos te echaremos niña, lágrimas puras de este llanto,
desde Burgos hasta Sevilla
toda España sigue tu canto,
toda España siente el dolor, de no notar tus besos,
de no escuchar tu canción.
¡Ay! Que bonitas rosas,
¡ay! que bonita tu eres,
linda gitana preciosa,
mujer entre mujeres.
¡Ay! Que bonitas rosas,
¡ay! que bonita tu eres,
linda gitana preciosa,
mujer entre mujeres.
*Javier Santalices* |