A Mario Benedetti
por Mario Aguilar Benitez
17/05/09
Pastelones sudados y pisos carcomidos fueron allí
Y mientras recorría el pavoroso lugar de la Grimaldi
Encontré tus versos en el mural, tus palabras llevadas allí
Tu sentimiento por lo que pasó tantos veces y no paró.
Aunque lo quisieron, aunque lo pudieron, aunque no pasó
Y con tu bigote grueso representaste la poesía del miedo
Esas gaviotas alzadas que como tú debieron partir al exilio
Debieron partir como tú a otra patria, a otra ciudad, allí.
Y Mario, tocayo, me inspiraste, me diste la posibilidad
Dentro de la imposibilidad de recordar el palacio de la risa
Cuando te escuché y supe que los mundos están llenos de memoria
Y las cabezas llenas de olvidos, sobre todo las de los no-poetas.
Y el golpe del 73’ afectó no solo tu vida, que siguió bravía
Sino que estuviste 10 años lejos de Luz por la persecución
Y supiste reenviar los cometas aliados que cercenaron asesinos
Pero que al final se llevaron la muerte de Luz, hacia el infinito.
Amaste poeta, amaste y sufriste, pero tu pasión por el fútbol
No te dejó, y la melancolía por tu amada te hizo trabajar la negación
Aunque pudiste haber hecho otras cosas, y haberte dedicado a eso,
Evitar la negación y vivir tranquilos, pero no lo hiciste, y te saludo. |