Cualquiera escribe un oscuro verso
dedicado al Imserso.
Yo, mientras, en alguna palabra
derribo mi alma.
Coloco varias en un soneto
completamente completo;
borro millones ya utilizadas,
excedidas, sobadas.
Al mismo tiempo me levanto
con todo mi encanto.
Leo versos en portugués;
capítulo dos que espera al tres.
Izo los ojos a la horizontal,
ambos tal para cual.
Encuentro ratas, rubias, morenas,
Rajoyzadas, Zapateras.
Mi ano caga turullos marrones, políticos,
imbéciles, aparvados, ridículos.
¿Quién me quiere por ser calvo,
gordo o delgado?
Yo me quiero por mi cerebro,
mi cordura, mi tormento.
Tormento tormentoso que atormenta cada noche,
capítulo tres: mi derroche.
*Javier Santalices* |