Un rosal crecía a la orilla de un camino sobre un esqueleto de un buey, posado sobre una de sus ramas estaba un chercán, cuando una víbora se acerco con la intención de devorarlo, mas el chercán la vio y le dijo:
- Yo soy Haesterion.
La serpiente haciendo caso omiso se precipito, cayendo muerta junto al rosal.
Desde el cielo bajo un halcón y devoro al chercán sobre el rosal. Un lobo que estaba viendo desde la llanura se acerco al halcón y le dijo:
-Yo no te comeré señor por que sé que tú eres Haesterion y tan peligroso como un león sois.
A lo que el halcón respondió:-
- tu sabiduría es terrenal y absurda, por que si realmente supieras cuan terrible soy, no te hubieses acercado y al ver lo que ocurría hubieses huido sin mirar hacia atrás.
Y luego cayo muerto en un revoltijo de plumas.
Un viejo sapo que escucho se acerco al lobo junto al rosal y pregunto:
-¿por qué? estas aquí mi señor, esperando el acontecer sin recorrer el mundo, como si destetaras a todo cuanto aquí vive.
El lobo lo miro y corrió y tras su paso el rosal se marchito, la tierra se quebró y la llanura se transformo en un campo de cenizas; y el sapo pensó: mejor me hubiera callado, pues ahora el Aesteion recorre el mundo,
Y esto lo sigue croando hasta el día de hoy, cuando el cielo llora por el paso de Aesterion.