Y ahí estaba el monstruito... o como tal por lo menos lo sentía. Aunque finalmente resultó mas parecido a un angel. Te dije que sacaras ese montruito, y así lo hiciste incluso sin saber que yo estaba sufriendo. Siempre seguiré conectada. Es inevitable, querido. Inevitable.
Texto agregado el 16-05-2009, y leído por 185 visitantes. (1 voto)