No existen normas cuando uno vive su existencia sin tener donde ir, ni que perde, ni que ganar y todo es un dulce monton de nadas.
Solo el atrevimiento y la rapidez de pensamiento de cada ser rige las reglas del juego, y de límite a límite queda un ancho sendero por el que transitan cantidades de individuos que no tienen ni idea de adonde están parados y son arrastrados por una ola que en algún momento de sus vidas los estrella contra las rocas.
Afuera, en la segura comodidad de la tribuna, otros cuantos analizan los como y los porques de la existencia de los que les sirven de base en la escala social, elaborando discursos y costosísimos programas que nunca han servido de nada ni servirán, basados en sus conocimientos certificados con diplomas e impecables curriculums, que los habilita y autoriza moralmente en el tema, estos jurados de cepas que no han catado, siempre sepreocupan por las manchas que puedan dejar a su lado los sin nada, seguros de que su accionar es por su despreciable falta de formación y no por efecto-causa de las malas políticas, y el mismo afán mediocre de protagonismo y realimentación de ego (a lo que muchas veces se suma la indignidad de subsistir sin esfuerzo, absolutamente reprochable en los con "formación") los incapacita para crear un fenómeno de comunicación social que produzca verdaderos cambios basados en un proyecto a largo plazo.
Y en una definición simplificada: los con mucho financian a estos discurseros para que los sin nada no los estorben; es así como divididos entre los que deciden que se va a hacer, los que deciden como se va a hacer y los que cuidan de que se haga de la manera correcta, se reparten con los con mucho el sudor de generaciones de los sin nada, que subsisten con las migajas de los programas inútiles y lo que puedan encontrar dentro del sendero antes mencionado.
En esta organizaciòn social, la mujer del sin nada, limpia las mugres de la mujer y los hijos del con mucho y el discursero, la hija del sin nada calma los apetitos del con mucho, el discursero y sus hijos, el hijo del sin nada trata de cobrarse algo de lo que cree que le pertenece, robándole narcotizado al discursero, al con mucho y a los hijos de ambos,, mientras el sin nada levanta la casa o repara los bienes del con mucho y el discursero con honestidad y resignación.
Ahora bien, en la realidad de los sin nada, a éstos les toca convivir con la lacra de los que no sirven para nada y rapiñan a todos por igual, en la rewalidad de los con mucho y los discurseros, les toca convivir con fenómenos nacidos de sus propias formulas, que los martirizan mediáticamente, los piquetean y les sacan a la luz sus miserias y debilidades,utilizando sus mismas armas y levantando banderas sobre la realidad de los sin nada, banderas estas tejidas también por los discurseros y la lástima de las esposas sin ocupación de los con muchos.
En este ámbito dios también juega un papel primordial, los con mucho compran sus perdones, los discurseros lo invitan a sus actos, los hijos de ambos dejan que papa se ocupe, los piqueteros y reclamadores lo crucifican de nuevo en cad marcha, el sin nada se cansó de esperarlo cada noche, los hijos dl sin nada lo invitan a sus rondas de cerveza y porro y alguna que otra madre lo acuna en su pecho entre lágrimas.
En tanto afuera la noche embriagada de sirenas, ladridos de perros y rugidos de motores, les roba el tiempo a todos por igual... |