BASADO EN HECHOS REALES.......
Cuando uno es bueno en algo tiene que explotarlo, y si no lo es, bueno, tiene que esforzarse.
Yo era malo en las manualidades, nunca me salían las cosas, me mandaban a hacer un caballito de madera, que parecía un chivo, un dibujo en acuarela, que porque no utilizaba pinceles ¡y yo utilizaba pinceles!
Mi maestra me decía que un manco era más hábil que yo. Tenia que demostrar que no era así.
Estábamos aprendiendo la hora, todos tenían que hacer su propio reloj ¡otra vez manualidades! Pero era mi oportunidad de demostrar que ningún manco era mejor que yo, y a mi caballo-chivo se lo respeta.
Empiece el reloj con toda mi concentración, no había nada mas que el reloj y yo.
Fuera de mi mundo era un caos, gritos de mis compañeritos, pegamento por aquí, pintura por allá, gritos de mi maestra, mas gritos de mis compañeritos, en fin….
Una batalla campal en el curso.
El reloj me estaba saliendo perfecto, era una obra de arte, como dije, solo existía el reloj y yo, no importaba nada mas. Mientras tanto la maestra toda eufórica empezaba a perseguir a los niños que pegaban cosas en su cabello, no le daba tiempo en atender a los niños que se pintaban la cara, los minuteros y los segunderos estaban pegados por toda la pared, mientras los míos estaban encajando perfectamente en mi armonioso reloj.
Ya solo faltaba unos retoques, mi felicidad era tal que impulsivamente hice lo que mas me gustaba hacer cuando estaba feliz, silbar.
Para mi desgracia la profesora toda enfurecida dio un aullido que puso a todos sentados y quietos- ¡cállense!- yo no estaba tomando atención del barullo. Pero en todo ese silencio, solo se escucho mi alegre silbido.
La furia de mi maestra cayo sobre mi - ¡fuera Pérez! ¡Fuera! ¡Váyase a la dirección!- yo sin saber que pasaba Salí del lugar calladito. Al cruzar la puerta y de ida a la dirección, la maestra dijo- ¡se cancela el trabajo del reloj!- solo me quedo ir a la dirección y morderme la lengua de bronca.
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