Odio que la gente no me deje terminar de hablar.
Estoy super inspirada hablando y la gente por tratar de suponer lo que sigue en mi historia me interrumpen y cuentan su final ficticio.
Ahí tengo q poner cara (o voz) de *Ehm, NO .. puedo seguir?* y seguir con mi relato, que por cierto después de una interrupción me es difícil continuar por que se me va el *hilo*.

Me dan ganas de decirle *TE INTERRUMPO YO ACASO CUANDO HABLAS JETÓN?*.

Pero creo que el silencio otorga, así que a ellos les otorga un feo momento de humillación por emitir un comentario erróneo y a mi me otorga un momento de felicidad infinita al ver la cara de plancha, de *si la embarré, lo siento*, de *discúlpame, prosigue con tu historia* que pone la gente.




*Plancha: Vergüenza*
*Embarrar: Hacer algo mal*
(Chilenismos já)


Más que reflexión, era una especie de descargo.
Gracias por leer ;).