Tirita el organismo
sempiterno en la
abismal abertura
de la entrepierna,
una herida en el
cuello
y una flatulencia
descomunal de
frecuencias y olvidos
que muchos de
los que se
acercan no pueden
comprender...
... El olor de un
cadáver y la ironía
que vuela sobre
el averno,
un aroma a café
quemado que va
y viene...
... va y viene...
...
Compañeros... Por fin encontre mi camino...
Texto agregado el 14-05-2009, y leído por 119
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