Me recuerdas algo...(dedicado)
Me recuerdas algo, algo distinto e irreverente. Eres como una garganta emulando una guitarra o un soplo de invierno ahuyentando al verano. Como un frío tomate junto a la sopa que distorsiona el sabor relajando el paladar con su suave tacto. En cualquier caso te recuerdo de azul, de blanco y de cuadrado.
Un rostro desfigurado, confeccionado con retazos de palabras, entre bromas y asombros. Hay espacios y tiempos para cada cosa y este recuerdo empuja hacia un constante presente. Gritamos existo, mientras nos olvidamos sin olvidar. Hay juegos de notas, de vocales, de ritmos y de cuentos. Jugamos entre los dos a contarnos cosas irrelevantes, cual si fuera caballero y yo damisela encerrada. Pero de esas damiselas modernas, que estudian, salen, trabajan, en el fondo viven. Quién sabe como vivirá el recordado caballero, ese a quien logré estimar en poco tiempo.
Posiblemente sus días consten de mundos oníricos, o no; quizá sea pragmático, o no; quizá sea alto o no; quizá le importe la naturaleza, o no. Quizá, y el único comprobable, es que le gusten las letras tanto como para llenar paginas variadas con ellas.
Es que cuando se es una figura sentada en una ventana, con las piernas medio cruzadas y solo los brazos a la vista, que un caballero pase es meritorio. Más aun si el caballero en cuestión pasa periódicamente, ya sea de ida o vuelta. Ahora si además trae regalos y envía besos al cielo para que me lleguen, me veo en la obligación de agradecerle con variadas sonrisas e incontables palabras de cortesía.
(Use this as you please...)
Eres blanco y cuadrado,
invisible y remoto,
justiciero marcado o
caballero olvidado.
Irreverente poeta,
amigo lunar,
cambiante y siempre igual.
Vas y vienes, vamos y voy,
en un circo fenestrado,
enmarcado y azul….
Un silencio, quizá dos…
un mundo o quizá yo,
sus habilidosos dedos
y las pocas palabras presentes
entre nos. |