Velero que alegres surcas
las aguas de este lugar
poniendo a prueba a los hombres
a los hombres de verdad.
Lo llaman el Santa Bárbara
es un modelo de Frers
con elegante figura
y con madera en sus pies.
Recorre el Rió de la Plata
junto a mi padre al timón.
Velero de doce metros
doble mástil y a motor.
Gallardo en aquellas aguas
despertando resplandores,
de una luna que se oculta
y una noche que se va.
Camino a Punta del Este
esa noche nos sorprende
una colosal tormenta
que amenaza desprender
todo nuestro gran velamen
sin dejarnos responder.
El capitán con premura
dirige a su timonel
todo tipo de maniobras
con las que hay que poder
enfrentarse a este coloso
para lograrlo vencer.
La tormenta sin embargo
aumenta su intensidad
requiriendo más maniobras
que solo un experto hará.
El capitán da confianza
al valiente timonel
que supera la gran prueba
de una tormenta al crecer.
Había que verlo parado
bien agarrado al timón.
Soportando aquellas olas
que barrían sin cesar
toda la extensa cubierta
al intentarlo arrancar
de su destino de lucha
y su triunfo final.