¿Porque las mujeres nos tardamos tanto… cuando vamos al baño?
Y aquí tienen una explicación del porque tardamos tanto cuando vamos al baño publico y porque siempre nos acompaña una amiga.
El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños públicos es que cuando una es chiquita nuestra madre nos lleva al baño, nos enseña a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego a poner tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza. Finalmente te instruye: “Nunca, nunca te sientes en el baño publico.” Después de esto nos enseñan “la posición” que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza. “La posición” es una de las primeras lecciones de la vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas. Pero aún hoy en nuestros años de juventud y de adultos, “la posición” es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga esta a punto de reventar.
Cuando TIENES que ir a un baño publico, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro esta Brad Pitt. Así que te resignas a esperar, sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando las piernas y brazos en la posición oficial de “me meo”.
FINALMENTE ES TU TURNO!! Y de pronto llega la típica mamá con su nenita que
no se puede aguantar más, y dice: -mi chiquita ya no aguanta mas, perdón eh me voy a adelantar que pena!, tu como buena mujer la dejas, después de esto por fin ahora si te toca a ti, entonces verificas cada uno de los cubículos por debajo para ver si no hay piernas. Todos están ocupados. Finalmente uno se abre, y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo, entras y te das cuenta de que el picaporte no funciona (nunca, nunca funciona), piensas no importa… Cuelgas el bolso del gancho que hay en la puerta, (cual gancho? jamás hay un gancho), inspeccionas la zona, el suelo esta lleno de líquidos indefinidos y fétidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de cositas que fuiste metiendo dentro, por un periodo de 5 ó 6 meses sin revisar lo que ahí traes, y la mayoría de las cuales no usas (y en eso no me dejaran mentir las mujeres xD), pero que las tienes por si acaso… Pero volviendo a la puerta, como no tenía picaporte, la única opción es sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas la pantaleta y te pones en “la posición” que aquí comúnmente llamamos “de aguilita”… ahhh… por fin…. Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar… porque para esto ya llevas 2 minutos suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, los calzones cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5kg cercenándote el pescuezo!!
Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni cubrirla con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en la cabeza,
JAMÁS TE SIENTES EN EL INODORO PUBLICO!!, así que te quedas en “la posición de aguilita”, con el tembleque de piernas… y por un fallo de calculo en las distancias una salpicada finísima del chorro te salpica y te moja hasta las medias!! Con suerte no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar “la posición” requiere de una gran concentración y pericia.
Para alejar de tu ente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico, pero… El rollo esta vacío!! (siempre lo esta xD), en ese momento suplicas al cielo que entre los 5 kilos de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex… ahí entramos en un problema mas porque para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta (porque recordaran que nunca funciona el picaporte), dudas un momento, pero no hay mas remedio… y en cuanto sueltas la puerta, alguien la empuja… te da un madrazo en la cabeza que medio te apendeja pero rápidamente tienes que frenarla con un movimiento rápido y brusco, mientras gritas OCUPADOOOOOOOO!!!
Ahí das por hecho que todas las que esperan en el exterior escucharon tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo, nadie intentara abrirla de nuevo (y es que en eso las mujeres nos respetamos mucho). De pronto encuentras el kleenex… hecho un rollito, todo arrugado, pero no importa, te las ingenias para estirarlo, finalmente lo consigues y te limpias. Pero el kleenex esta tan viejo y usado que ya no absorbe y te mojas toda la mano U_u, o sea que valió madres todo el esfuerzo de desarrugar el maldito kleenex con una sola mano. Por ahí oyes la voz de otra vieja en las mismas circunstancias que tu “alguien por ahí tiene un pedacito de papel que le sobre??” Pobre pendeja.
Sin contar con el portazo, el desnuque con la correa de la bolsa, el sudor que corre por tu frente por la posición de aguilita, la salpicada del chorrito en las piernas, la mano escurriéndote, el recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima si te viera así, porque ella nunca tocó el asiento del baño publico, porque francamente, “tu no sabes que enfermedades podrías agarrar ahí, que hasta embarazada puedes quedar (se acuerdan??)
… estas exhausta!!, cuando te paras ya no sientes las piernas, te acomodas la ropa rapidísimo y tiras la cadena haciendo malabares con un pie.
Sales del cubicuelo y te diriges al lavamanos, todo esta lleno de agua (o pipi??), acuérdate del kleenex… así que no puedes soltar el bolso ni un segundo, te lo cuelgas al hombro, no sabes como funciona la canilla de los censores automáticos, así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca, y consigues jabón, te lavas en una posición de jorobado de Notredame para que no se resbale tu bolsa y quede abajo del chorro… El secador ni lo usas, es un trasto inútil así que terminas secándote las manos en los pantalones, o en la falda o en lo que traigas, porque no piensas gastar tu kleenex para eso y sales…
Cuando sales vez a tu novio (o esposo) que entro y salio del baño de hombres y encima le quedo tiempo de sobra para leer un libro de Borges mientras te esperaba.
“¿Por qué tardaste tanto?” te pregunta el idiota.
“había mucha cola” te limitas a decir.
Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta, y así es mucho más fácil y rápido ya que una solo tiene que concentrarse en mantener “la posición” y la dignidad.
GRACIAS A TODAS POR HABERME ACOMPAÑADO ALGUNA VEZ AL BAÑO Y SERVIRME DE PERCHERO Y TENEDORA DE PUERTA!!
PARA LOS HOMBRES ESTO ES UNA EXPLICACION DEL PORQUE DURAMOS TANTO Y PARA QUE SE ABSTENGAN DE PREGUNTAR OTRA VEZ A SUS NOVIAS O ESPOSAS ¿PORQUE TARDASTE TANTO? ¡IDIOTAS!!
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