Sobre su rostro de porcelana
Un puño de amor mentiroso, la bloquea
Incrustando dolor,
Los segundos son eternos
Y la mente de ella se paralizo con aquel golpe.
Mira a su adversario con asombro y amor,
Llora sangre al verlo.
él con ira le regala otra caricia.
Ahora yace en el piso,
Dormirá eternamente por aquel amor.
El silencio en la habitación es tan profundo
Y el diablo aplaude por tan grato espectáculo.
¡un ángel ascendió al cielo hoy!