…solo era un viaje de negocios y termino convirtiéndose en un revelador mensaje subliminal. El contrato se celebraría en un castillo cerca de un magnifico río mas conocido como el valle de Loira; nos encontrábamos el negociador, el cliente y su real familia y yo, el negociador iba vestido de paño grisáceo con una fina corbata color dorado, yo sé que lo conocía y se veía muy bien, con su mano me llamo y me dijo que me sentara junto a él en el balcón presidencial con una vista espectacular, desde allí el río parecía rodear todo el castillo haciendo un efecto de cómo si estuviéramos flotando en pleno mar. Tal parece que hacíamos un buen equipo de trabajo además de una bonita amistad, sin embargo nadie imaginaba lo que escondíamos, era esa emoción y tanta la tensión que con solo mirarnos a los ojos nos dimos cuenta que siempre habrá algo que nos uniría de ahora en adelante. Creo que yo presentía esa bendita manía de las mujeres de encontrarles el mínimo significado a cada uno de los detalles o movimientos de una persona, malinterprete uno y me deje llevar por las especulaciones, en la tarde discutimos pero el orgullo nos dejo inmersos en un mar de silencio. Al momento nuestro anfitrión nos llevo personalmente a cada una de nuestras habitaciones, la mía quedaba junto a la de él y tal parece que podía ver a través de las paredes, lo veía y lo detallaba como se quitaba la ropa y se ponía la pijama que una de las mucamas dejo en su cama. Amaneció y ni siquiera vi pasar el día, porque ya era de noche había una celebración tipo medieval en la sala principal, no supe como pasó pero toda mi familia estaba allí, detrás mió y sin necesidad de mirar estaba el negociador mirándome con la mas infinita redención y ternura llamando mi atención, yo me sentía complacida pero llena de ira, mi hermana se dio cuenta de todo, pues se dirigió a mi y me dijo “míralo” al cabo de unos segundos me voltee y le dije en voz alta muchas de las cosas que una mujer resentida puede decir llevada por la ira hice un show muy bochornoso que hasta se dio cuenta el cliente y su familia; me sentí acorralada lo mire con mucha rabia y me retire de inmediato. Me quede en el sublime jardín del castillo a observar un atardecer, me deje llevar por mis cavilaciones hasta que de repente y sin siquiera saber el porque de esto estaba en la sala privada del cliente y con toda su familia, se dirigió a mi y me dio un beso cosa que no me fue indiferente pues anhelaba algo así, la familia y en especial la madre del cliente estaba gustosa con mi acogida, llegue a la leve conclusión de que yo era la prometida del cliente y no lo sabía, nadie de ellos mencionó nada respecto a lo que sucedió hacia un par de horas, no vi a mi familia ni al negociador. Parecía bastante tarde decidí irme a la cama, cuando ya estaba en la puerta el cliente me dijo “amor ya voy mas tarde” ni me inmute ni dije nada solo llegue a la habitación del cliente, me sentía molesta, rara, furiosa y triste, de repente las paredes se volvieron transparentes, la habitación estaba divida. En un lado un hermoso bosque con el resplandeciente río de Loira atravesándolo y al otro lado estaba la mitad de la habitación como tal, a orillas del bosque estaba la cama del negociador, este se encontraba cubierto de pies a cabeza por el cubrecama; cuando se destapó hasta la mitad de su cuerpo, parecía estar desnudo y su rostro reflejaba que estaba drogado de placer de repente alguien sale del cubrecama encima de él con la misma expresión de éxtasis incontenible, en efecto era mi hermana y el negociador haciendo el amor; me paralicé al instante quede totalmente noqueada sentía un fuerte vacío azotando mi alma con unas profundas ganas de llorar, el orgullo y la ironía de que tarde o temprano esto acabaría mal me hicieron contenerme y en ese lapso de tiempo se dieron cuenta de que los había observado, a mi hermana no le importo, salio de la cama envuelta en una de las sabanas, decía refiriéndose al río “vaya ¿qué dice allí? ¿Tú lo hiciste para mí?” el negociador asintió con la cabeza, en el río estaba escrito con migajas de algo no sé si de pan no lo sé pero decía I DESIRE U, después se sentó en la cama justo en frente de mi, mirando con una ternura descarada, decidí ignorarlo…