Una sombra del ayer golpea fuerte mi ventana. Se disfraza de rama y en la noche baila con el viento. Sé que son recuerdos, sé que no es hoy.
Sin embargo inquietante tu voz me grita que regresas ¿o acaso la confundo con la lluvia y se mezcla con mis deseos? Como sea, te espero. No te dejo ir aunque hace tanto que no te amarro.
Cuando dejes de verme en cada reflejo. Cuando no te conviertas en sueño y penetres en mi subconsciente. Cuando no seas viento que acaricia mis ganas. Cuando ya no seas la poesía en los labios de desconocidos o la canción de mi guitarra. Cuando no te respire y te exhale en suspiros. Cuando tu nombre no retumbe en mi habitación y tu imagen no baile en cada sombra; te dejaré ir.
Mientras tanto, sigue a mi lado; tan hiriente y distante como sólo tú sabes.
Texto agregado el 11-05-2009, y leído por 109
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