AMANECER

La primera impresión fue desastrosa, lo que no impidió intercambiar ideas. Lo malo es que el tiempo fue causando estragos y lo volvió todo aún más complicado. Yo no me sentía muy a gusto con esa situacion, y creo que ella también estaba mal.

Lo último que tenía en mente era hablar. El sol me quemaba los ojos y mi colapso era inminente. Ella
pensaba. No se qué o en quién, pero yo esperaba que fuera en mi. Afuera el humo enturbiaba el paisaje de manera deprimente y yo solo queria borrarme.

La tarde fue refrescando mi alma. La claridad vino
por un instante y se fue (no volvería jamás), pero
pude ver un poco de luz por la noche... era el
amanecer.