Diez secretos indispensables para conseguir e instalar un modelo económico
Como se puede leer en el tratado de Sun Tzu, todo es cuestión de táctica y estrategia. Para atacar el problema que ante nosotros se nos revela, y encontrar la solución vedada, debemos plantearnos de antemano los pasos a seguir; eso sí, sin ser excesivamente estrictos en su práctica, ya que una dosis de improvisación siempre es bienvenida a la hora de llevar adelante cualquier empresa.
La prioridad número uno es, sin duda, conseguir el modelo, para esto existen muchos caminos, yo recomiendo el de la observación. Escrutar todos los posibles hasta que nuestro entrenado instinto nos diga cual; una vez en ese estadio, no dejarse llevar por apuros, el éxito requiere siempre de una buena dosis de paciencia. Nuestro segundo paso será abordar solapadamente al mismo, e ir perfeccionándolo; la experiencia de años será nuestra guía, pronto veremos recompensado el trabajo de décadas. Nunca debemos perder de vista nuestro principal objetivo “un cambio radical conservador”, y aunque muchos llamen a esto una contradicción, mi propia persona da testimonio del error en el que incurren dichos analistas. Tercero: realizar los exámenes de rutina. Cuarto: la mentira requiere elementos indispensables, hacerse de ellos. El quinto será meramente burocrático: conseguir la documentación pertinente que nos aliviará judicialmente. Cubiertos ya de posibles sobornos a los caros señores del poder judicial, pagaremos sumas inferiores a los agentes de menor jerarquía, este será el sexto paso, no hay que dejar fisuras. El séptimo es hacer desaparecer todo rastro histórico que nos pueda vincular con el objetivo. Con el campo allanado pasaremos al octavo: la contratación de profesionales calificados, aquí invertiremos la mayoría del capita, pero no nos olvidemos del ahorro que nos proporciona tener un modelo económico. El noveno consiste en secuestrar al modelo en sí, tratando que no se estropee, pues nos llevo mucho trabajo llegar a convencerlo y ser dignos de su confianza. Los doctores se encargarán del décimo y último ítem, ellos son los versados en la revolucionaria TROCAR o Técnica de Reconstrucción Orgánica sin Condicionamiento ni Afectación del Raciocinio.
Sepa que no es el único, hay mucha gente que como usted sufre de decrepitud, pero no de vejez.
Consiga un modelo económico y con un capital mínimo acceda a una solución alentadora.
Hágalo, no se demore más, cada día que pasa es un día perdido.
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