Revisando y ordenando las cosas del faro he encontrado los viejos cuadernos de apuntes y fotografías de mi vida anterior.
Las fotos de la guerra civil estaban allí. Las fotos de los carretones donde trasladaban los muertos del tren al cementerio, los muertos del bando franquista claro, los otros muertos sabe dios (si es que existe) donde estarán.
También tengo una buena colección de primeros planos, por supuesto en blanco negro, en papel de poco grano, no tenía dinero para más, en esa vida era muy buen fotógrafo pero andaba peor de dinero. En calidad de fotógrafo he perdido en esta vida pero en cantidad de dinero he ganado, algo es algo. Era un grupo de soldados, sentados en el suelo esperando a que los fusilaren. Jodida espera, puta espera.
Rostros tristes, heridos, apesadumbrados, desesperanzados, desesperados, rostros todos ellos que no olvide en esa vida, rostros sucios, manchados, ultrajados, violentados, rostros de perdedores, de vencidos, rostros…
Este, tengo apuntado aquí, era carpintero, aun hecha de menos el tacto del roble me decía, la madera es calida, el hierro es frío, el fusil es frío. Este otro era txistulari, nadie tocaba el txistu como el, el no lo volvería a tocar nunca mas…
Este me impresionó, me hablo de su vida miserable, de su pobreza, tercer hermano en casa de cinco… muy joven tuvo que buscarse la vida, la muerte se la iban a regalar hoy, al de pocas horas.
Me contó casi toda su vida, lo que se puede contar en poco mas de media hora… cuando ya le agarraron, las manos atadas a la espalda… giró la cabeza y me gritó, mientras le hacían avanzar a empujones: “no olvides mi nombre, no olvides nuestros nombres… es la única manera que tenemos de permanecer vivos, no olvides nuestros nombres fotógrafo..”
Oí el tableteo de las metralletas, me senté o me caí al suelo y me puse a llorar… sus nombres, sus nombres….joder no soy capaz ahora de recordar sus nombres… |