Y se sienta el
inmunorepresor sentido
del tacto en la
piel-pellejo
del ave-palma
y circulan los
dedos por la olla
y el bote de la sal
que coalisiona.
Y fluye el agua
la febril-vida
y las vacunas
contra cada resfrío,
aún así
esto demora alrededor de
unas dos horas.
Las arvejas
se desnudan
exhiben su
membrana sudorosa
de nada
y los ojos
que succionan la
mentira-verdad,
la verdad-mentira
y los exabruptos
de la semana anterior...
... Y todo porque
ella tenía hambre.
...
(Escuchando Andrés Calamaro - Loco)
...
Cocinando...
Texto agregado el 08-05-2009, y leído por 296
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