Fuiste como un campo de radiantes girasoles,
una nube hermosa en el medio de mi cielo,
una noche de verano en pleno invierno
una luz que apagó cualquier destello.
Fuiste el apogeo y el ocaso de mi amor,
el sendero que instauró mi perdición,
una frase tibia en los momentos
en que el alma parecía un espejo.
Y hoy se vuelca el corazón sobre un papel
en momentos de agonía y traición,
como una tarde de domingo ilumunada
cruel como la fe que se perdió...
como un sendero que me deja en tus orillas
rezagado en la penumbra del fulgor...
El pasado jamás me decepcionó...
Texto agregado el 07-05-2009, y leído por 120
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
07-05-2009
5 Dacler
07-05-2009
Que bello , me encanta como escribes ,muy bien =D mis cariños dulce-quimera
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