Estos tijerales tuyos
se vienen abajo
caen a pedazos incrustándose en mi páncreas
tormenta de invierno:
vendaval de gases gástricos en la memoria colectiva.
Usurpando nuestros puestos en las fábricas abandonadas
Se hallan los féretros de otros hombres
Somos obreros de la muerte y permanecemos cesantes
Desde nuestro nacimiento,
Con las manos atadas tras la nuca
Con las manos atadas y unos verdugos imaginarios
Uniformados con sus zapatones de payaso triste
y sus corsés de alambre de púas destrozándole las costillas.
Navegamos de un lado a otro
Dentro de esta botella plástica
Como un mensaje de mentira que jamás será emitido
sin saber siquiera si recalaremos
en el puerto de las calaveras
para recoger las manzanas podridas
del otoño recién pasado.
Texto agregado el 07-05-2009, y leído por 146
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
14-05-2009
tienes wenas imágenes que tienen sentido. un vieja bastante jalado.. ahi te ves leodevaldivia
09-05-2009
un viaje ameno por las profundidaes de la muerte. aucan
08-05-2009
Parodia de las pulsiones más bajas del ser humano, te ha quedado muy bien este texto, saludos. Dhingy
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