Un hombe al borde de la locura se encuentra agobiado por sus propios demonios cuando en un momento de claridad, entremedio de un gentio que no le escuchaba comenzo a murmurar lo siguiente:
Sus ojos, fueron sus ojos, estoy seguro que fueron ellos los que me sedujeron y obsecionaron hasta la locura; fueron ellos los que me llevaro al estado en que hoy me encuentro.
En un principio pense que pudo haber sido su personalidad, extrana y adorable, tan real y cinica al mismo tiempo, tan ella misma; pero muy dentro mio sabia que no era su ego lo que me atraia y que poquito a poco comenzaba a volverme loco; habia conocido durante toda mi vida a muchas mujeres con personalidades muchsimo mas atrayentes, la de ella, la de ella no superaba al comun de las mujeres.
No fue eso, fueron sus ojos.
Pense tambien que pudo haber sido su cuerpo, tan perfecto, bello y enormemente atractivo, sus caderas perfectas, su panzita plana, sus piernas hermosas o su completamente sensual figura, pero no, no fue su cuerpo, podria haber engordado, o haber sido amputada de cualquiera de sus miembros y aun asi hubiese seguido yo obsecionado con ella.
No fue su cuerpo ni su figura, fueron sus ojos, un par maravilloso, eran ellos los culpables de m desesperacion y locura en la que poco a poco me sumergia al no poder tenerlos.
Si, lo se, fueron sus ojos, y hace ya mucho tiempo que no me observan, pero aun sigo sintiendo su mirada, esa ultima mirada desde el acensor la ultima vez qe me miraban tras su despedida.
Sus ojos, fueron sus ojos. |