Rota por el cansancio anterior , mi mundo duerme, duerme con sueños sencillos, neutrales, tal vez dispares, pero llenos de sentimientos y vivencias tratadas por mi propio destino.
Sueños de imágenes pasadas, futuros pensados, sombras de un pasado esperado y ansioso, al que el anhelo de persuasión le ha fallado, al que el reflejo de nosotros mismos le ha defraudado.
Pienso que siento miedo o quizás anhelo, de un día a día plasmado de vida, en el que las horas sean minutos, minutos de tiempo marcado por la linea libre de mi mente, memoria de mi alma, reflejo de mi suerte.
Debo soñar, debo vivir, vivir en mi mundo de sueños, reales en mi existencia, presentes en mi consciencia, sin embargo solo hay algo que lo enlentece, es mi esperanza de una rutina rota, de una nostalgia nueva o quizás simplemente de un amanecer carente de pensamientos pasados, repleto de momentos cambiados, salvados por mi destino, creados y firmemente creídos por mi persona.
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