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HYLAS Y LAS NINFAS


El episodio de Hylas y las ninfas se cuenta en la primera parte del poema épico “Las Argonaúticas”, de Apolonio de Rodas. A fin de centrar el episodio, comentaremos algo sobre el autor y la obra.

Apolonio de Rodas fue un poeta griego, del siglo III a.C. Según algunos autores nació en Alejandría, pero se le llama de Rodas porque allí pasó la mayor parte de su vida. Fue discípulo del poeta Calímaco, director de la biblioteca de Alejandría. Cuando tenía unos treinta años recibió el encargo de educar al hijo de Ptolomeo Filadelfo, el futuro Ptolomeo III Evergetes.
Las razones de su exilio a la isla de Rodas no están claras. Algunos autores dicen que fue por las críticas de Calímaco a su poema “Las Argonaúticas”, y otros que la causa fue su enemistad con la reina Berenice, esposa de Ptolomeo III. Ya en Rodas, reescribió su largo poema, que fue muy apreciado por sus nuevos conciudadanos.

El poema narra el viaje de la nave Argos hasta la Cólquida y su azaroso regreso. Pelias, rey de Tesalia, encarga a su sobrino Jasón la misión de arrebatar el vellocino de oro, mítica piel del carnero de Zeus custodiada por un dragón. Las diosas Atenea y Juno ayudan a Jasón a construir la nave y a buscar tripulantes, entre los que se encuentran personajes tan relevantes como el héroe Hércules y el músico Orfeo.
El joven Hylas formaba parte de la tripulación del Argos, comandada por Jasón. Atracados en la isla de Quíos, Hylas se adentró tierra adentro en busca de agua potable. Fue seducido por las náyades que lo arrebataron al fondo del agua. Partió la nave sin Hylas, del que no se volvió a saber nada, y sin otro famoso argonauta, Hércules, que se quedó en tierra en un vano intento de encontrar a su amado y joven amigo.

Las ninfas eran divinidades menores, espíritus femeninos de la naturaleza. Se distinguían según el elemento que personificaban y les servía de morada: Las ondinas eran ninfas del océano, las nereidas del mar, las dríades de los bosques, las oréades de las montañas y grutas. Las que Hylas encontró eran náyades, ninfas de las fuentes y arroyos. Las náyades parecían hermosas y jóvenes mujeres de blancura luminosa, y eran objeto constante de deseo tanto de mortales como dioses. En algunas ocasiones paralizaban a los que se bañaban sin permiso en aguas prohibidas o sagradas y podían incluso hacerlos enloquecer. Estas hermosas ninfas acuáticas eran consideradas también las patronas de la poesía y de la canción.
El tema de las ninfas ha sido fuente de inspiración de muchos artistas, desde la pintura clásica a la renacentista. También fue tema cultivado por los prerrafaelistas, como en el famoso cuadro de Willian Waterhouse, pintado en 1896 y que se exhibe actualmente en la Manchester Art Gallery. En dicha pintura se muestra que la belleza y la aparente candidez son señuelos ante los que la debilidad del hombre cede sin ponderar los peligros.

Me imagino que las ninfas se dirigirían a Hylas con seductoras palabras como éstas:
Hylas, bello marinero, ven con nosotras. Eres fuerte y hermoso. Tus ojos guardan el reflejo de todos los mares que has recorrido. Ven a nuestra morada en el fondo del arroyo. Escucharás de nuestros labios todas las leyendas de los espacios líquidos. Y en la negrura abisal, cuando sólo los rayos de las estrellas rocen el manto de agua que nos sirve de cielo, recibirás el suave roce de nuestras manos sobre tu cuerpo, convertido en burbuja de epidermis fluida. Y nuestros besos en tu boca te harán olvidar los abrazos de las mujeres de tu tierra. Serán manantiales que derramarán su vívido elemento sobre la corriente traslúcida de tus nuevas venas, para que sientas eternamente la pasión del agua en lo más profundo de tu alma, balsa de paz eterna y de belleza compartida.

La literatura también se ha ocupado ampliamente de las ninfas: Apolonio, Virgilio, Ovidio, Camoens, Shakespeare, Allan Poe son unas cuantas paradas de un largo recorrido. Becquer nos recuerda que tenían los ojos verdes, y Garcilaso de la Vega nos regala un hermoso soneto que transcribo a continuación, versos que podrían perfectamente pasar por las palabras que Hylas dedicó a las náyades antes de quedarse con ellas.


Hermosas ninfas que, en el río metidas,
contentas habitáis en las moradas
de relucientes piedras fabricadas
y en columnas de vidrio sostenidas;

agora estéis labrando embebecidas,
o tejiendo las telas delicadas;
agora unas con otras apartadas,
contandoos los amores y las vidas;

dejad un rato la labor, alzando
vuestras rubias cabezas a mirarme,
y no os detendréis mucho según ando;

que o no podréis de lástima escucharme,
o convertido en agua aquí llorando,
podréis allá despacio consolarme.



En el siguiente link podrás ver la pintura
“Hylas_and_the_Nymphs” de William_Waterhouse

http://www.jwwaterhouse.com/view.cfm?recordid=18


Alejandro Torres : Altorcan
Madrid – España

Texto agregado el 04-05-2009, y leído por 718 visitantes. (12 votos)


Lectores Opinan
10-05-2009 Los relatos mitológicos me atrapan por inagotables, por inabarcables, por el misterio que los rodea. Te agradezco altorcán el deleite que siento ante estas ninfas de ojos enormes. lilianazwe
09-05-2009 de verdad superinteresante. a mi siempre me han fascinando los temas de cuentos, leyendas y historias griegas. De por si me lei la odisea dos veces. un gran espectulo para el lector.5* carolina52
05-05-2009 Excelente, claro y bien complementado. Coincido plenamente con lo que acota "online", los poetas griegos y los del siglo de oro tienen cierta finura en las letras y mas aún, la nobleza de sus historias y fuentes que los nutren. Pertinente texto que nos hace recordar a lo que siempre debe aspirar la poesía. alcestes
05-05-2009 Los poetas antiguos tenían ese modo particular de condensar el universo en unas cuadrillas perfectas, los orígenes de donde se agarraban para crear ya no se encuentran, hoy se escupe más de lo que crea, en aquellos tiempos la poesía reinaba en su sillón de oro, sin desmerecer lo de hoy, antes las ninfas cantaban más alto en el oído de los que las escuchaban, un texto muy interesante traes a colación. online
05-05-2009 Gracias por tu invitacion, me has dado una leccion con este texto, excelente!!! mis***** nanajua
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