En los tiempos modernos, la economía se ha globalizado, con una carrera desenfrenada a la búsqueda de la ganancia fácil y el éxito de muchas empresas se mide por la cantidad de dinero que se gana, independientemente de los valores morales. Las empresas trasnacionales de buena o mala fe buscan ganancias sin importarles muchas veces ser depredadoras en cuanto al país donde se instalan, la gente que emplean y el medio ambiente. Un caso típico de esta globalización son las empresas maquiladoras.
Si consideramos que a nivel mundial existe un índice elevado de pobreza y sobre todo de desempleo que ha obligado a la emigración de los países subdesarrollados como los latinoamericanos entre ellos México a países desarrollados en busca de subsistencia, sólo en México sus nacionales en el año 2003 emigraron aproximadamente 464,000 personas, cifra obtenida del INEGI (1), pero se considera que fue superior a ésta.
¿Cuál es el problema? En muchos casos: la falta de inversión en sus lugares de origen. Con el escaso o nulo desarrollo industrial y/o agrícola que los obliga a irse. Sin embargo en los países desarrollados con el problema de sus leyes laborales que los obliga a sueldos altos, los ha llevado a la necesidad de pensar en abaratar la mano de obra a nivel mundial, y la respuesta a esto es la industria maquiladora.

Las maquiladoras en México (2), empezaron en el régimen de José López Portillo pero cuyo auge fue con el gobierno de Miguel de la Madrid, debido a que se necesitaban fuentes de trabajo y en la disyuntiva de no tener trabajo, se opto por el mal menor de permitir las maquiladoras, pues se supone que mas vale un mal empleo a no tener ninguno. Las maquiladoras según Jorge Tovar Montañés son: “Centros de trabajo cuya actividad se concentra en el ensamblaje, transformación y/o reparación de componentes destinados a la exportación. Como condición necesaria y suficiente para su operación; gozan de un régimen de fiscal de excepción la mayoría de las veces lo cual les permite importar insumos sin pagar aranceles y exportar pagando solamente un arancel que fue agregado en México”. Otro rasgo clave es que operan bajo el concepto globalizador de aprovechar las ventajas competitivas que es en este caso la mano de obra barata de los mexicanos mayoritariamente femenina. Si consideramos además que en muchos casos la empresa se establece en una nave industrial cuyo local es rentado, con maquinaria rentada y/o obsoleta. De tal manera que cuando se les acaba el contrato de compra venta con sus clientes, lo que hacen es abandonar el país y la mayoría de las veces dejan a los pobres trabajadores en el aire, si bien les va les dan una pequeña compensación, pero la realidad es que simplemente se van, al cabo el terreno no es suyo, con los problemas para el arrendador y la maquinaria ni para “fierro viejo sirve”.

La realidad es que a nivel mundial (3) la reestructuración del capital está significando la desvalorización del trabajo en el mundo. Las trasnacionales disminuyen el costo de la mano de obra siguiendo las siguientes estrategias:
1. Acelerar las innovaciones tecnológicas, con el fin de prescindir del factor trabajo y aumentar por esa vía la productividad
2. Ajustes de personal y una presión de los salarios a la baja, en relación con la productividad de cada trabajador.
3. Segmentar los procesos productivos, aprovechando la mano de obra barata. Un ejemplo al azar sería: una parte se fabrica en México, otra en China, otra en Guatemala y un último país fronterizo con el comprador ensambla.
4. conformar mercados de trabajo a nivel internacional.
Esta reestructuración del capital, al introducir nuevos métodos productivos e imponer las políticas neoliberales en todo el mundo tiende a desvalorizar el trabajo en términos económicos al disminuir los salarios, quitar el empleo a los trabajadores, precarizar el empleo y cancelar de manera progresiva las políticas de desarrollo social; además de colocar a los trabajadores de México dentro de los peor remunerados y más pobres del mundo. Solo en el sur de Asía y en China el panorama es peor. Sweat shop llaman a estas fábricas en Estados Unidos que traducido son “talleres del sudor”.
Para darnos una idea del problema en el años de 2002 los salarios promedio en las maquiladoras tuvieron un valor de 98.16 pesos diarios, equivalente a 9.62 USD por una jornada de 8 horas (1.20 USD la hora), frente al salario mínimo que en ese año en Estados Unidos era de 5.25 USD por hora y entre 8 y 10 USD la hora en la industria.
Lo anterior explica el porqué hay tanta maquiladora establecida sobre todo en los estados fronterizos de Chihuahua, Tamaulipas, Sonora y Nuevo León. Claro que esto no quiere decir que en los demás estados no existan maquiladoras. Pues se establecen en todas partes aprovechando la pobreza y el desempleo para imponer sus condiciones de mano de obra barata que les permite a sus productos ser competitivos a nivel mundial. Y el Estado lo permite como ya dijimos por el problema del desempleo y se lucen los gobernantes informando que han abatido el desempleo. Cuando las maquiladoras cierran, pues duran muy poco, pues son capitales “golondrinos” que siempre andan buscando ventajas económicas y fácilmente pasan de una ciudad a otra, o de un país a otro, dejan una terrible problemática en la gente que de la noche a la mañana se queda sin el mal empleo que tenían, pero empleo al fin y al cabo.

¿Y los Valores morales?
La propiedad no es respetada, los contratos son de tal manera flexibles en perjuicio de los trabajadores que es una burla. La intervención del Estado en la mayoría de los casos es meramente simbólica. Si agregamos además la corrupción de los funcionarios tanto de las aduanas como de la Secretaria del Trabajo, los lideres sindicales veniales etcétera. Se verá que en la economía mundial esto se ha convertido en un verdadero cáncer. No quiere decir que toda la Industria Maquiladora se encuentre en esta situación, pero sí, un gran porcentaje que no me atrevería a señalar, pero que es de todos conocidos por la prensa nacional e internacional
Es pues un gran reto para la sociedad el manejo de esta problemática, y aquí estamos todos, el Estado, los empresarios, los sindicatos, los trabajadores y la sociedad en general involucrados en la resolución del problema del desempleo, pero con trabajos que enaltezcan al hombre y no los rebajen. Es un gran reto que amerita un gran esfuerzo común.

Fuentes:
1. http://www.inegi.org.mx/inegi/default.aspx
2. http://www.jornada.unam.mx/2008/01/17/ index.php?section=economia&article=025n1eco
3. http://siteresources.worldbank.org/PSGLP/Resources/M esaParraPenaPaper.pdf