Dicen que el murió desdichadamente
Una tarde de noviembre
A las tres y dieciséis
Todo por no poder soportar
La herida que llevaba
En su corazón
Fue algo casi pasajero
Un episodio muy discreto
Que no dio para hablar
Dejando de respirar muy lentamente
pasaron por su mente
Mil tristezas y un pesar
Este grande era y muy fuerte
Y el trato inútilmente
De llevarlo en su espalda
Retorciéndole la esperanza
De tanto llorar
Ella, una chica pasajera
Que hablaba varias lenguas
Y se bestia mal
Con un gusto extravagante
Pero con buen semblante
Justo fue a parar.
Dentro, muy adentro de su vida
Curándole las heridas
Con su risa y su danzar
Un día, justo al doblar la esquina
Con ella se fue la dicha y la felicidad
El, no pudo con la pena
De tenerla en su memoria
Pero faltarle en la realidad
Y cansado de buscar lo inalcanzable
Prefirió quedarse asta tarde
Solo en la oscuridad
Se fue metiendo en su memoria
Sin contar las horas
Ni preocuparse por nada mas
Y una tarde soñó que se iba
Con ella de la mano
En esa misma esquina
Que caminaba despacio
Y ya no pesaban su zapatos
Ni pesarían nunca mas...
Texto agregado el 24-05-2004, y leído por 143
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Lectores Opinan
17-02-2005
me recordó a joe black, viste esa pelicula?
precioso tu poema ninia!!..=)))...igual muy triste..me dio penita el final. suspiros