No es justo, digan lo que digan, con los argumentos que quieran, voy a seguir sosteniendo lo mismo. No es justo que yo te ame de esta manera, mientras vos estas con ella, amándola de la misma manera en la que yo te amo. ¿Acaso no lo ves?, esto es un ridículo círculo. Digo círculo, porque no tengo la certeza de que ella te ame, como yo te amo, o como vos la amas a ella. De cualquier modo, vos la tenés cerca, le podes expresar tus sentimientos, podes sentir su perfume, y permitirte perderte en él, ya que de alguna manera es ella, entrando por tus sentidos. Vos la podes llamar, le podes hablar, podes contemplar como hechizado su risa y pensar que no hay sonrisa mas hermosa en todo el mundo. En cambio yo, solo vivo mendigando recuerdos, reprimiendo mis ganas, tratando de convencerme de que lo que siento no puede ser. Intento vano, ya que lo que siento es lo único que tengo verdadero, es de lo que estoy segura. Si dudara de mis sentimientos, ya no podría hablar de amor. Y sin embargo te digo hoy que te amo.
Quizás debiera pedirte perdón por hablarte de esta manera, pero trata vos de entenderme, es que me tomaste por sorpresa. Yo tenia la esperanza de que alguna vez, volveríamos a estar juntos. Creí por un momento que todo esto que siento, que se arremolina y se agolpa, que me rebalsa, iba a poder, por arte de magia, hacer que me amaras. Creí poder descubrir la receta mágica, que me indicaría los pasos a seguir, para que me quisieras. Y mientras planeaba la jugada, la estrategia, te dejé escapar, (o acaso nunca te tuve?). Te vi con ella, y para mi sorpresa estabas feliz. Nunca antes había visto esa mirada en tu rostro. Entonces comprendí, aceptándolo sin mas remedio, que nunca me quisiste. Y eso me dolió. En realidad mas que dolerme, me atravesó, y por un instante no pude respirar, como si el corazón por unos pocos segundos, no hubiese encontrado motivos para palpitar una vez mas. Me quede sin fuerzas. Y cuando creí morir, surgió este otro sentimiento de rabia, de impotencia, de rebeldía reprimida. Y es este sentimiento, enmarañado con el del amor, el que hoy me lleva asta esta conclusión, que se me presenta tan inevitable como inerte. Ya que no es justo que yo te ame de esta manera.