La nube negra, el claroscuro
un cielo inmerso en sus pensamientos.
Las hojas venenosas que golpean mis maderos
yo respondo con señales.
Una sombra se dispara en el silencio
para nunca más volver,
cae al suelo casi inherte
fue algo que no quiso ser.
Ahora se desvanecen las ciudades
pero nadie lo nota,
solo lo soportan...
Si corriera no llegaría a ninguna parte.
A veces pienso que mañana será otro día,
pero será más de lo mismo.
Mi espalda y mis manos
terminan de escribir estas lineas,
extrañas, desiertas y pensantes.
El silencio que guardas,
la pena que muestras
no son más que flores perdidas
en medio de estas cruces.
Mi ciudad espera a que un día
vuelvas para quedarte.
Texto agregado el 30-04-2009, y leído por 141
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Lectores Opinan
01-05-2009
Esto está muy triste, pero me encanta. Nyn
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