yo pertenezco al lugar
donde está cantando mi corazón
pertenezco a la brisa de la corriente de agua fría,
de aroma sutil y marino,
tengo los ojos de cordillera,
las manos de algodón,
la voluntad de un cóndor,
la agilidad de un tigrillo,
el color de pan,
ni los días siguientes,
la sangre de un imperio desaparecido,
fuerte, y voraz, con cenizas
de ave Fénix,
Pertenezco a un banderín tricolor,
a un mundo de nubes,
a un mundo donde no existen los porqués
donde dar la vuelta a la página
es tan sencillo
como dar un beso en la mejilla
donde todos los seres
brillan en escalas,
donde todos,
somos uno
(no dos, no cinco, no siete)
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