Existe en tu mirada un contraluz de espejo
envuelto en una sinfonía marina,
que me hipnotiza.
Es, al fondo de tus ojos, donde me siento desnudo
a pecho abierto y cada ola de mi pensamiento
me encamina a tu playa, morena y desierta.

Está en tu mirada el poder de las sombras
y despiertas la infinitud de los tiempos,
en ese universo de un segundo
que te guardas en cada esquina…
…en el que vive y se muere todo,
allí, donde descansan mis huesos
y se quiebra cada línea de mis versos
a la vista de la minima esencia salada
en tus orillas.

En esa vasta mirada de punta de estrella
de brillos amatista y reflejos de perla negra
encuentro el sentido a la vida que ahora no tengo,
y cuento cada infinito que de ti me separa
sintiéndome morir a cada hora que pasa
con desespero,
con la tortura de ansiar el momento
de volver a ser el blanco
de tus eternos ojos negros.