Y todavia me pregunto: porque tenias que llevarte mis calzoncillos? Que clase de fetichista se roba unos calzoncillos bastante percudidos? Eran de color amarillo, los habia comprado en la ultima vispera de ano nuevo , en un puesto ambulante en el Mercado de Magdalena.
Comprar ropa interior amarilla, comer doce uvas a la medianoche, correr alrededor de la cuadra con maletas de viaje, habia intentado todas las supersticiones tradicionales de ano nuevo, pero esos calzoncillos amarillos made in china de tela barata, piel de cebolla y un tanto ajustados, me habian traido suerte ese ano.
Y fue asi que consegui un trabajo, tener un trabajo en estos tiempos en el Peru es realmente una bendicion, no era el mejor trabajo del mundi, ni de lejos. Pero al menos tenia una razon para levantarme temprano por la manana, afeitarme, tomarme un café apurado, embutirme en saco y corbata, y caminar dinamico, tenso por la avenida Rivera Navarrete, en el corazon del distrito financiero de Lima, conversando por celular y bamboleando a mi paso mi portafolios, todo un representante de ventas profesional, lleno de citas, cartera de clientes, volumen de ventas, estrategias y marketing.
El contraste de mi nueva vida laboral y mi largo pasado de desempleado me divertia, habia salido del ambiente reclusivo y solipsista de una Facultad de Teologia, embutido en Plotino y San Agustin, las clases de Latin y los juegos florales de Literatura de la Facultad, en los que siempre participaba.
Pero la realidad del Peru te abofetea en la cara, y llego un momento en que no pude pagar mas la Universidad, y luego no tenia dinero ni para el pasaje y los cigarrillos, caminaba hacia todos lados por hora, y buscaba colillas a medio fumar en las veredas, y los fines de semana, tomaba una botella del pisco mas barato y me colaba en culquier fiesta, la cosa era aturdirse.
Y fue en ese tiempo que conoci a la chica mas marvillosa , Marianita Ugolini, estudiante brillante de economia de la Universidad del Pacifico, de buena familia (o algo asi de huachafo) , guapisima, inteligente y aguda, en fin. Era una de esos partidos que no se dejan pasar.
Que me habria visto?- me decia a menudo, pero tenia la buena suerte que estuviera conmigo, y asi la lleve a conocer a mi familia (todos la adoraron) y a mis amigos luciendola. Ella mas bien me ocultaba un poco de su familia y amigos, seria medio discreta no?…No, era el snobismo de las clases medias Limenas, a veces yo la escuchaba usar demasiado literalmente la expresion: cholo de mierda !o serrano ignorante! Y otros epitetos racistas, o de discriminacion social: misio, huachafo, atorrante.
A mi me extranaba que dijera esas cosas teniendome a mi de enamorado, que no sere retaco ni tan oscuro; pero soy cholo de pies a cabeza, y ella blanca como la chica que sale en la envoltura de mantequilla “La Danesa”.
Pero Marianita tenia una gran sensibilidad, era muy aguda e inteligente, y eramos muy felices conversando a solas largamente, o haciendo el amor como unos posesos, embriagandonos juntos, y siempre teniamos algo interesante que descubrir.
Yo ya estaba enamorado hasta los tuetanos, tanto que ya me estaba creyendo esas historias y canciones que hablan de parejas disparejas, como “quien diria” de Arjona que por ese tiempo sonaba en la radio, “La bella y la bestia”, “La dama y el vagabundo” “El amante de Lady Chaterley”, en fin. Yo nunca he sabido bailar salsa, pero la sacaba a bailar cuando sonaban los acordes de “me enamoro de ella”, de Juan Luis Guerra.
-Esa es nuestra cancion mi amor- ella sonreia entendiendo la ironia.
Por eso me sorprendio cuando me dijo asi, tan duena de si misma y calma, que ya no podia seguir siendo mi enamorada, que eso ya no funcionaba. Y cuando con un nudo en la garganta le pregunte la razon, me lo dijo sin rodeos.
-Es que tu no tienes dinero, ni trabajo, ni futuro…-
Mejor me hubiera tirado un baldazo de agua fria, que nervio de mujer!, esa misma sinceridad en sus premisas, con las que me divertia escuchandola hacer polvo personas y situaciones ridiculas, ahora me habia arrollado a mi…
Ya sin nada mas que alegar, era una verdad como una catedral que dolia -auuuhh!- no pude mas que rendirme ante su argumento contundente y retirarme como el perro arrepentido: “Con mis miradas tan tiernas, con el hocico partido, con el rabo entre las piernas”
Eso, mas tener que regresar a casa caminando porque no tenia para el pasaje, me hizo despertar.
Y cuando me vi al espejo, mi encanto bohemio y descuidado no lo era mas, era mas bien andrajoso y misio, como el chavo del ocho.
A partir de ese momento me dedique a buscar un trabajo, tarea ardua, tres anos de Filosofoa no te llevan a nada ni en Peru, en Suiza o en La China.
Por eso el trabajo de representante de ventas de creditos en una Financiera Limena, se me hizo la imagen misma del glamour, era un sueldo fijo mas comisiones, y debia vestir impecable terno todos los dias.
Estar en una oficina, frente a una computadora (de las que yo no tenia la mas minima nocion) hablando por varias lineas de telefono a la vez, se presento ante mis ojos como el mundo “respetable, burgues y clasemediero” del que tanto habia renegado por anos. A veces pensaba que Marianita estaria orgullosa de mi, se me veia guapo en terno y corbata!, o al menos eso me decian mi mama y mi abuelita.
En la oficina mi supervisor tenia cara de bulldog viejo, era un bulldog con terno, y siempre gritaba: -Mas produccion! Mas contratos!.- El muy hijo de puta nos habia dado telefonos celulares para nuestro trabajo, pero la finalidad era cerciorarse que estuviesemos en las citas que teniamos con prospectos y clientes, para cerciorarse que al cierre del dia tendriamos aplicaciones de creditos y contratos firmados, y asi nos llamaba todo el dia.
Pero no todo era malo, estaba el rush de adrenalina de las mananas, con telefonos sonando, el café caliente, y la chica guapisima de la oficina de al lado, alta, de pelo negro y nariz respingada y graciosisima , con unas piernas espectaculares que la falda y los tacones torneaban a la perfeccion. Yo siempre me la quedaba mirando, a veces ella me miraba a mi con expresion indefinible, yo le sonreia timido, mitad arrechura, mitad azoramiento.
La financiera concedia tres meses a sus representantes de ventas para alcanzar la meta del volumen de ventas establecido, so pena de ser despedido. Yo entre que recien despertaba a la realidad y que soy un tanto timido, no habia alcanzado la meta de ventas esperadas, y habia sido advertido por el bulldog viejo que de no hacerlo perderia mi empleo.
Ahi comenzo el nerviosismo, el martirio y la angustia, pero aun recibia mi sueldo, que no era tan malo, y un dia le habia tocado el timbre a la casa de Marianita, impecable en terno y celular al costado.
Me mro sorprendida, linda aun en su ropa de entrecasa, y luego me abrazo con sincera alegria de verme despues de meses.
-Que guapo que estas! Que ha sido de tu vida!-
La invite a un café Frances precioso que estaba cerca de su casa, ahi nos pusimos al dia de nuestras vidas entre expressos y un quiche lorraine delicioso, luego caminamos por el parque, y en un momento en que ella se descuido, yo salte como un lince y le plante tremendo chape.
Estabamos genuinamente alegres, ella no queria apresurar nada, en verdad no queira ninguna relacion seria, ningun compromiso, pero queria seguir viendome porque la pasabamos genial juntos y ella sentia que estaba orgullosa de mi.
Estaba feliz, claro, como no estarlo! Sentia que me estaba tomando mi revancha contra Marianita, contra la burguesia del mundo, contra los poetas malditos que morian misios, contra mi mismo.
Pero a un par de semanas de cumplirse el cierre del mes y lejos de mi meta de produccion, el sino fatal me tenia cogido de las pelotas con mano ferrea, espada de Damocles y Bulldog viejo llamandome incluso cuando en el bano, defecaba pacificamente leyendo mi periodico deportivo de 50 centimos.
La solucion la halle con uno de los vendedores mas experimentados de mi grupo, el zorro viejo me hizo invitarlo a un chifa y unas cervezas, y me dio su consejo.
-Escucha, tienes que amarrarte a una empresa grande con muchos trabajadores en planilla, o de lo contrario enfocarte en vender creditos a los comerciantes, estas ventas son las mas faciles del mundo, tu les estas vendiendo “dinero”, Quien no quiere dinero?.
-…
-Claro esta tigrillo, no tienes que ser tan explicito acerca de los intereses del prestamo, mejor aun, ni lo menciones, al fin y al cabo en el contrato esta todo con letritas chiquitas, el que quiere dinero te firma el papel, le vende su alma al diablo y tu cobras tu comision…
El chifa y las cervezas valieron la pena, heme ahi lleno de recursos e itinerario, y asi procedi a trabajar concienzudamente.
Para mi buena suerte, me encontre con el papa de un gran amigo del colegio, el senor era consejal e influyente en Magdalena, lo invite a almorzar y le conte mis cuitas. El consejal, buena gente con los amigos, me ofrecio darme un permiso para instalar un modulo de ventas de mi financiera en el corazon del comercio de Magdalena, sin costo alguno.
-Aunque claro esta sobrino, sepa usted que no hay que olvidarse de los amigos y yo mas adelante podria necesitar un favorcito.
El consejal me despidio paternalmente con dos palmadas en la espalda. A los dos dias instalaba mi flamante modulo en Magdalena, los comerciantes venian como moscas, cada dia recibia docenas de aplicaciones, ya no tenia que buscar a mis clientes, ellos venian a mi ansiosos con contratos firmados y toda la documentacion necesaria.
Asi en pocos dias rebase mi meta de ventas y me disparaba hacia los primeros puestos en ventas, jugosas comisiones me esperaban, me frotaba las manos de gusto, mi angustia desvanecida.
Y las cosas mejoraron aun mas cuando el consejal me dio acceso a todo el personal bajo la planilla de la Municipalidad, el recibia documentos y contratos firmados, yo solo hiba a recogerlos.
Mi amigo el consejal se contentaba con tenerme de companero de juergas, muchas veces yo invitaba, el siempre queria ir a levantar chiquillas, y tomaba como cosaco, estoy seguro que se sentia joven andando conmigo de juerga.
El bulldog era todo sonrisas conmigo, mi nombre ya estaba en el numero uno del ranking de vendedores estrella, yo andaba hecho un gallito, orgulloso, seguro de mi mismo como un galan. Un dia pase por la oficina de la chica guapisima y le guine un ojo picaro y le mande un beso volado, cosa completamente atipica de mi naturaleza timida y un tanto hurana.
Me hiba temprano de la oficina para encontrarme con Marianita, y la llevaba a lindos cafes con terracitas que la hacian sonar con Paris, la pasabamos muy bien.
Cuando el consejal me consiguio el contrato con el sindicato de los trabajadores del metal, por medio de un pariente suyo, el futuro no podia ser mas prometedor, tenia a cientos de clientes accediendo a prestamos que me enviaban referidos, tenia una cartera de clientes inmensa, y no tenia que llamarlos todo el tiempo ni perseguirlos para recolectar los documentos adecuados.
Y aunque todo en mi vida sentia hiba viento en popa, extranaba mi lejana facultad de Teologia, la pequena biblioteca del centro de investigaciones donde me sentaba a menudo a escribir poemas y cuentos, sintiendome recluido del mundo y cercano a mi mismo, con los amplios ventanales que miraban al interior del seminario, o donde tomaba mi siesta vespertina, oculto detras de un muro de libros de derecho canonico en Latin, voluminosos, aburridisimos y en latin.
Estaba listo para mi gran revancha, habia invitado a Marianita a un restaurante cinco tenedores de comida francesa (por supuesto). Marianita amaba todo lo frances, lo que en cualquier otra seria snobismo o huachaferia, pero ella era tan linda que lo hacia ver como lo mas natural, y yo bebiendo los vientos por ella.
Y mi plan era llevarla despues de cenar a la fiesta de mi financiera, donde me hiban a dar un premio y un homenaje por ser el vendedor estrella de esa temporada, asi la impresionaba un poco, me apuntaba buenos puntos, de ahi a tomar y de ahi….al camastro!
Nunca antes habia estado en un restaurante tan fino. Marianita en su vestido de noche estaba simplemente espectacular, y pese a que el lugar era tan exclusivo que intimadaba, la comida divina y el vino nectar de Baco, yo solo tenia ojos para ella.
A la hora del postre, crêpes para ella, crème brulée para mi, acompanado de dos primorosas copitas de Calvados , pense que era el momento de invitarla a la fiesta, para sorprenderla un poco, y luego pedirle…no, exigirle! Que sea mi enamorada de nuevo, despues de todo, esta cena me hiba a costar un rinon y un plumon.
-Disculpa, Ay que pena! No puedo ir, tengo que salir con Fernando, quedamos en ir a una discoteca, pero en otro momento encantada mi amor…
Mi adorada Marianita otra vez, con esa forma tan suya de sorprenderme, y que honestamente ya me estaba llegando al huevo, me suelta tan fresca que el tal fernando era su enamorado hacia poco, que estaba a punto de graduarse en la Pacifico, que trabajaba en la empresa de su papi, un ricachon de apellido Europeo impronunciable.
Y el mozo, cortes e impecable me pone la cuenta al frente de los ojos co un: muchas-gracias-senor que a mi me sono a sarcasmo.
Seria por eso que a la fiesta de la financiera llegue solo, y me encadene al bar, bebi de todo, cuando pasaban los mozos con las bandejas de copas de champagne, las arrebataba y las bebia en un santiamen, al menos estas copas no me costaban nada.
Creo que no hice un buen papel en la fiesta de la financiera, con la corbata hacia un costado, medio ebrio, un tanto hurano, no respondi mucho, cuando el bulldog viejo mellevaba a presentarme orgulloso, a sus supervisores, su vendedor estrella, una joyita de muchacho con un brillante futuro.
A mi las ventas, mi trabajo, todos estos payasos enternados, honestamente no me importaban ni gustaban en absoluto, todo esto era un juego de supervivencia, en el cual yo gracias a un incidente afortunado habia logrado subsistir y progresar, pero por cuanto tiempo mas, eso aun estaba por verse.
Mi incipiente borrachera habia progresado y yo pese a que le habia bajado el volumen al mundo, habia sacado a bailar a la mamacita de la oficina de al lado, hecho que confirmo mi progreso alcoholico, pues sano me cortaba todito.
Tratar de bailar la lambada con dos pies izquierdos es dificil, mas aun en estado de ebriedad, pero mi entusiamo era inquebrantable, y con mis piernas torpes entre sus piernotas, y con una ereccion incipiente, trate de hablar y sonreir, pequena conversacion casual, lo que le dices a una chica que conoces en una fiesta, el floro.
Y yo nunca he sido muy sutil para leer signos o gestos, y las mujeres son para mi esfinges indescifrables, pero crei con la logica de Baco, que su amabilidad y disposicion a bailar con un bailarin tan pesimo y mantener esa sonrisa tan encantadora, eran como una invitacion muy coqueta y calentona.
Y pensando mas con el glande que con el cerebro, le meti la mano bajo el vestido y le palpe las nalgas firmes, con alevosia, premeditacion y ventaja.
-plaapp!!!
Tremendo cachetadon, todos en la fiesta voltearon a ver. –que roche!-
Me quede parado agarrandome la cara completamente cojudo, era el momento de la graciosa retirada, y con todo el dinero de mi sueldo y mis comisiones en los blosillos, me lance a la calle y me subi al primer taxi que paso, dispuesto a tomarme mi revancha de Marianita, de la financiera, de la burguesia Limena, de la mamacita de la oficina de al lado, que me habia dejado la marca de los dedos en la cara del soberbio sopapo.
Recale en el centro de Lima, en la discoteca “La Flecha”, que estaba animadisima,. La Flecha era el paradero final de juerguistas, de los que buscan un plancito barato, un verdadero jardin de cholitas ricotonas, minifaldas, tacones altos, putitas en dia libre y tipos de cara siniestra, modelo y paradigma de antros.
Debia cortar una figura un tanto extrana, todos ahí vestian muy informal, y yo en terno y corbata pero completamente desordenado, ahí solo vendian cervezas en botella grande, nada mas, y todos la bebian en vasitos de plastico, yo la bebia a pico de botella.
Y no me acuerdo si su nombre era “revancha”, pero su cuerpo era un castigo divino a la castidad, era piel broncead y pelo azabache, labios que invitaban a la lujuria, le invite cervezas y bailamos musica techno pegaditos como dos estampillas.
Me dijo su nombre, yo lo repeti para olvidarlo de inmediato, mas me entretenia en besarla con la lengua y acariciarle el cuerpo delirante que tenia.
Me dijo que tenia hambre, y la saque de la discoteca, y por calles peligrosas del centro de Lima a la medianoche, la lleve a un lugar de pollos y parrilladas bastante animado, ahí comimos y tomamos sangria, ella me dijo algo como que venia de Oxapampa o Pozuzo, que me importaba, era espectacular y yo zampado, le dije esa partecita del poema de neruda del Extravagario: “..como puedes permanecer vestida?..”, para acto seguido acariciarle la pierna por debajo de la mesa, y sorprendentemente, ella deslizo su mano y me estrujo el paquete abultadisimo, con cara de leona en celo.
En minutos estabamos en un hotel bastante limpio y bonito para ser del Centro de Lima, quedaba cerca, ella me guio, yo estaba ebrio. La cama grande , aire acondicionado, frio bar y ella en su vestidito ajustado de verano, nos arrancamos la ropa y nos zambullimos en la cama como si nos lanzaramos a un mar transparente en una playa tropical, desnudos e ideales, excitadisimos.
Nunca en mi vida habia hecho el amor de esa manera, ella me lo hacia a mi, yo a ella, rodabamos en la cama como en un ruedo salvaje, senti sus orgasmos y los estertores, senti el mio en el que se fue mi alma, mi revancha y mi semen que exploto como una avalancha.
Lo hicimos por horas, en diversas posiciones, yo tuve que mentirle, pues no traia mas condones, en que volvi a lavar uno ya usado, y mientras ella se duchaba, la vision de su cuerpo sexualmente demencial, me hizo entrar en la ducha y penetrarla una vez mas, por sorpresa, hicimos el amor mojados, parados, hasta que nos secamos de fluidos y las piernas nos flaquearon, y rendidos fuimos a la cama, yo me dormi abrazado a su cuerpo desnudo en esa cama tan comoda, con el aire acondicionado encendido.
Y tuve suenos felices. Ella se llamaba Marianita, y se parecia a ella y a la chica de la que no recordaba el nombre, y ella era como un verano vital, un margarita en una playa soleada, camas en hoteles espectaculares en balnearios, no habia nada de que preocuparse, solo estarse en cama, hacer el amor en la playa, hacer el amor al aire libre, hacerlo todo el dia.
Cuando abri los ojos ya habia amanecido, el sol de mediodia se filtraba por la ventana, poco a poco recapitule los hechos y una sonrisa afloro a mis labios fresca y natural, me levante, aun llevaba el condon puesto, arrugadisimo y a punto de romperse en mi pene flacido, ella no estaba a mi costado, Donde habria hido? El sonido del agua, corriendo en la ducha me llego con una respuesta logica –ah!- y me dirigi feliz al bano, pensando llevarla a desayunar y conocerla de una mas decente.
El agua segui corriendo en la ducha, pero ella no estaba ahí...no habia nadie en el bano.
Un poco preocupado pense, Adonde habria hido? De seguro tendria que irse, Me habria dado su telefono? De seguro que si, tal vez lo habia grabado en la memoria de mi celular, asi que fui a recoger mi telefono y mi ropa, pero no estaban por ningun lado...
Ni ropa, ni telefono, ni zapatos, ni billetera, ni reloj, ni todo el dinero de mi sueldo y comisiones, todo se habia esfumado con ella, hasta mis calzoncillos amarillos, los de la suerte. Pero hasta eso se habia llevado la muy puta, la zamarra, la jugadora, la trampa, la pepera, la copetinera,la patinadora...
De seguro todo se ve distinto estando calato en un lugar desconocido, era ya mas del medio dia, y yo debia haberme reportado a una reunion importante del trabajo a las nueve, lo mas probable era que hubiera sido despedido, un perfecto huevon desempleado y sin calzoncillos.
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