EL DESAYUNO.
Nace sobre la mesa el pan
más cerca del plato,
el tenedor hinca los labios del pensamiento,
sin alimento,
el ayuno sin masticar
observa estático el sol
que traza sombras y círculos sobre tus mejillas,
sobre tu mano superpuesta y rugosa
como alargados diagramas de luz,
sosteniendo el tenedor,
el aire mancha de sombra las uñas,
entonces encoges los ojos,
los cierras por momentos y vuelves a abrirlos
sin respirar,
el aire transpira en tu pecho formando escuadras
entonces bebes el café cambiando de postura,
y observas fijamente el plato que esta vacío,
observas la imagen de la ventana y su persiana entreabierta,
una breve sombra y mano,
la confundes con una paloma que desciende a tu patio horizontal,
esta durmiendo en tu desayuno metafísico,
mientras cavilas,
tus cabellos desvanecen sobre el café que los observa,
y el pan integro en tu mano transpira,
mientras el aire forma surcos de agua sobre el plato.
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