Abre sus ojos el día y ahí estás,
recorro tus montes, tu valle tibio,
un brillo, gemido de estrella fugaz,
mágico momento, mágico delirio;
Veinte rosas acarician mi espalda,
de norte a sur, del sol al poniente,
soy viento cálido bajo tu falda,
como nube que rocía amor sonriente;
Tus piernas enredaderas de rosas,
prisión de amor del que no deseo fuga,
en mi pasión sonrisa bella esbozas,
En tus ojos reflejo del arco iris,
en cada beso, caricia de amor,
en cada caricia, ternura de amor.
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