-No me gustaría pensar que nuestra dialéctica se está yendo por la borda.
-Si te detuvieras un instante para escuchar mis razonamientos.
-Siento un huracán dentro de mí que es incontenible, traspasa fronteras, arrasa todo.
-Aún así, echo de menos la discusión.
-Mira este torrente de argumentos que te hago llegar.
-Prefiero eludirlos, me suena a palabrería hueca.
-Me duelen tus razones.
-¡Tengo muchas más! ¡Muchas más!
-Es feble mi argumentación, debo reconoc…
El boxeador cayó de espaldas y allí se quedó quieto. El árbitro inició el conteo y luego, levantó la mano del vencedor…
Texto agregado el 25-04-2009, y leído por 239
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
25-04-2009
yo veo un muy buen ejercicio,nada de palabras que sobren.Muy bueno y sorpresivo el final.********* shosha
25-04-2009
¿realmente trabajaste en esto?...yo veo mucho espacio vacío...1* Murov
25-04-2009
Cuando suena el gong,se acaba la filosofía escofina
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