Sin la carga de todas las culpas, dejadas en la casa que ya murió, solitario en la estacion, proximo a un tren a un lamento de distancia, en un banco abandonado de otra vida, rodeado de rieles perdidos en el horizonte brumoso, adivinado, deseado, oxidado de pena, espero, sentado pacientemente espero.
Un viaje, solo un viaje más, sin la esperanza del primero ni el consuelo del ultimo, es todo lo que queda.
Sin riquezas, sin comida, sin amor, sin nostalgias, sin miedos, sin recuerdos, sin luz, sin fuego. A un costado una valija, tímida y vacía de todo, me acompañará por el resto de mi no-vida.
Una nube recién nacida se me viene desde el tren, no sabe, no entiende, es pequeña, inocente... me rodea.. Intenta jugar... pero ya es tarde, se convierte en mi última víctima. Acabo con su vida en un instante, se la quito, la destruyo, la arrojo al fondo del pasado que tengo por alma y me apodero de su cuerpo disperso, húmedo, suave, blanco, etereo.
Me escapo invisible, es mi viaje, no el primero, no el último. |